
Un coche diseñado con Decathlon, así es el nuevo Citroën ELO Concept
Citroën quiere reinventar el monovolumen con el nuevo ELO Concept, un prototipo eléctrico que nos muestra la visión de la marca francesa sobre el futuro de la movilidad urbana y asequible.

Durante años, Citroën fue uno de los fabricantes de monovolúmenes más prolíficos del mercado europeo. La firma de los chevrones comercializó modelos de gran popularidad como el Evasion, el C8 o sobre todo la saga Picasso, que comenzó con el Xsara y tuvo continuidad con los C3 y C4. Sin embargo, el auge de los SUV llevó a la marca a abandonar este tipo de carrocerías.
Ahora, el prototipo ELO Concept explora un posible regreso a esta categoría. Se trata de un modelo de apenas 4.1 metros de largo con un amplio habitáculo de seis plazas distribuidas en dos filas de asientos (3+3), con el del conductor situado en posición central. Gracias a su naturaleza eléctrica, el espacio interior está completamente despejado y se convierte en una suerte de sala multiusos.
El asiento del conductor puede girar 360º y cuenta con su propia suspensión mediante bloques de espuma, mientras que las dos plazas laterales se pueden desmontar y guardar cuando no sean necesarias. La segunda fila por su parte se inspira en los muebles de acampada; no en vano, Citroën ha colaborado estrechamente con Decathlon para desarrollar algunos materiales y soluciones prácticas del vehículo.
Goodyear también ha aportado su granito de arena con unos neumáticos pensados para circular fuera de la carretera. Volviendo al interior, los respaldos se pueden plegar, lo que permite montar dos colchones individuales suspendidos del techo. De dichos ganchos también se puede colgar una pantalla. Citroën afirma que el ELO puede funcionar como una suerte de campamento base, motivo por el que cuenta con enchufes y otros gadgets para la acampada.

El ELO Concept busca devolver la originalidad y la creatividad a Citroën
Las puertas correderas permiten un acceso cómodo al interior, y sobre ellas se puede montar un toldo. También habría que mencionar que no hay un salpicadero propiamente dicho, motivo por el que los datos de conducción y otras informaciones se proyectan sobre una superficie transparente que ocupa todo el ancho del parabrisas. El volante es monobrazo, una solución que Citroën usó en muchos de sus automóviles entre los años 50 y 90 del siglo pasado.
Apenas hay botones físicos, y los pocos presentes (arranque, warnings, etc) están montados en la columna de dirección. El volante cuenta con sendos joysticks para controlar otras funciones; además, el usuario puede utilizar su propio smartphone a modo de sistema de infoentretenimiento, algo que ya ocurre en el AMI y las versiones de acceso de los C3 y C3 Aircross.

Xavier Chardon, CEO de Citroën, señala que el show car "transmite nuestra visión de lo que Citroën debería se. Cumple todos los requisitos de lo que ha sido el ADN de la marca durante más de 100 años y lo que quiero fomentar en los próximos años: creativo, audaz, accesible, responsable, ingenioso y dedicado al bienestar". ¿Llegará a producción? A priori, parece poco probable.


