
Mitsubishi se retira oficialmente de China por su pobre apuesta por el coche eléctrico
Mitsubishi anuncia su retirada total del mercado automotriz chino, incluyendo la producción de motores y colaboración local. La razón: no ha logrado competir en un mercado dominado por los vehículos eléctricos. Su caída desde ventas récord hasta unidades marginales marca el fin de una era.

Mitsubishi Motors ha anunciado oficialmente su salida completa del mercado automovilístico de China, finalizando su asociación con Shenyang Aerospace Mitsubishi y poniendo fin a décadas de presencia local. Tras detener la producción mediante GAC Mitsubishi en 2023, ahora también abandona la fabricación de motores locales: una decisión estratégica ante la rápida adopción de coches eléctricos e híbridos enchufables en el gigante asiático.
La compañía inició su actividad en China en los años 70 con camiones y entró en el mercado del automóvil a gran escala en los 90, suministrando motores incluso a otros fabricantes. Sin embargo, su posición se erosionó rápidamente a medida que el mercado local evolucionó hacia modelos eléctricos, donde Mitsubishi no ha logrado seguir el ritmo, perdiendo relevancia ante marcas como BYD o Tesla.

En GAC Mitsubishi, joint venture creada en 2012 con GAC Group, Mitsubishi Motors y Mitsubishi Corporation, las ventas se desplomaron desde el pico de 144.000 unidades logrado en 2018 hasta solo 33.600 en 2022, lo que motivó su disolución en octubre de 2023. Con su retirada del último joint venture de producción de motores en julio de 2025, Mitsubishi completa su repliegue definitivo del sector automotriz en China.
Según los expertos, "el mercado chino se ha convertido en un campo de batalla de innovación en coches eléctricos, donde los fabricantes tradicionales luchan por competir", y Mitsubishi ha quedado totalmente desplazada en ese contexto a pesar de ser una de las pioneras de una de las tecnologías que más fuerte han crecido, los híbridos enchufables, donde se han contentado con lanzar unas pocas propuestas que apenas han evolucionado con el paso de los años, convirtiéndose en irrelevantes para el consumidor.
Comparativa con BYD

Una de las razones de la salida de las marcas extranjeras de China está en el fuerte crecimiento de sus marcas locales. El mejor ejemplo es BYD. La marca china ha experimentado un crecimiento explosivo en la última década.
En 2023, BYD vendió 2,57 millones de vehículos en China, de los cuales 1,57 millones fueron eléctricos puros (BEV) y alrededor de 1 millón híbridos enchufables (PHEV). Esto le permitió convertirse en el mayor fabricante de vehículos electrificados del país y superar por primera vez a Volkswagen en ventas totales dentro del mercado chino. En 2024, la empresa china experimentó un crecimiento significativo en ventas, superando los 4.27 millones de vehículos vendidos, lo que representa un aumento del 41.3% en comparación con el año anterior.
En 2025, BYD proyecta un crecimiento de ventas globales hasta las entre 5 y 6 millones de vehículos, según estimaciones de analistas. De ese total, se espera que aproximadamente el 80% de las ventas se concentren en China, lo que sugiere un volumen de entre 4,0 y 4,8 millones de vehículos vendidos en el mercado chino este año. Algo que supone todo un ejemplo de que los grupos chinos no solo se están haciendo con su mercado, sino que siguen creciendo en una dinámica que les llevará también a expulsar a los fabricantes más rezagados de otros lugares, como Europa.