Todo el mundo criticó a Volkswagen por utilizar frenos de tambor en sus coches eléctricos, pero el tiempo le está dando la razón

Corría el año 2019 cuando Volkswagen presentó el esperado ID.3, su primer modelo basado en la plataforma MEB, su nueva arquitectura específica para coches eléctricos. Más allá de los fallos de software iniciales y una calidad percibida algo pobre, dos problemas que a día de hoy ya están solventados, uno de los aspectos más criticados del vehículo fue el empleo de frenos de tambor en el eje trasero.

Esta configuración es común al resto de modelos del Grupo Volkswagen basados en la MEB independientemente de la marca que los venda o su tamaño, peso y potencia: Audi Q4 e-tron, CUPRA Born, Skoda Elroq, Volkswagen ID.7... Y lo cierto es que, desde un punto de vista técnico, la decisión de la compañía tenía su lógica.

A pesar de su mala fama, los tambores no ofrecen menos capacidad de frenado que los discos, al contrario. Su principal debilidad radica en su menor resistencia al calentamiento; sin embargo, en la práctica un automóvil convencional nunca llega a utilizar la capacidad máxima de sus frenos traseros, motivo por el que incluso actualmente muchos coches pequeños todavía utilizan tambores detrás.

A esto tendríamos que sumar que la plataforma MEB es de tracción trasera; por lo tanto, el motor eléctrico aporta un importante nivel de retención gracias a la frenada regenerativa. Dicho de otra forma, los tambores prácticamente no tienen carga de trabajo. Otro punto que habría que mencionar es que los tambores modernos están aleteados, lo que mejora su refrigeración y con ello su rendimiento.

La Euro 7 restringirá las emisiones de partículas de neumáticos y frenos

El uso de tambores tiene varias ventajas: un menor mantenimiento, un peso y coste reducidos, y la ausencia de emisiones de partículas con el uso. De acuerdo con algunos expertos, este último punto podría terminar suponiendo el regreso de los tambores, ya que la nueva normativa Euro 7 hace especial hincapié en las emisiones de los neumáticos y los frenos.

El fabricante de componentes Tenneco recientemente señalaba que la caída de la demanda de tambores se ha ralentizado en los últimos tiempos. Aunque es difícil predecir el rumbo que tomará la industria en un entorno tan cambiante como el actual, es posible que en los próximos años esta solución vuelva a popularizarse, seguramente en los segmentos A (urbanos) y B (utilitarios), en los que el coste también juega un papel fundamental.

Fuente | Carscoops