El coste de las pilas de combustible igualará a las baterías para el 2020
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la tecnología del hidrógeno aplicado a la automoción son los astronómicos costes de producción, pero un estudio de Daimler y la universidad alemana de Albstadt-Sigmaringen ha determinado que para finales de esta década los costes de fabricación de las pilas de combustibles para la automoción habrán alcanzado un precio similar al de las baterías de litio.
Según este estudio, para el 2020 las pilas de combustible de hidrógeno tendrán un precio de entre 36 y 49 euros/kW, mientras que por su parte las baterías de litio rondarán los 309 y los 408€/kWh, lo que según el fabricante alemán, supondrá un impulso definitivo a una tecnología que aunque algo tarde, quiere despegar de forma definitiva en el sector del transporte.
La publicación de patentes y el aumento de la producción serán para Daimler las claves del despegue de esta tecnología que promete grandes autonomías y repostajes de un tiempo similar a los modelos con motor de combustión, pero que debe afrontar enormes desafíos, como la creación de una costosa red de distribución, además de convencer al consumidor de que es mejor continuar con un modelo donde el combustible procede de un surtidor, cuyos precios estarán manejados por unos pocos productores.
Lo que está claro es que la tecnología con una producción suficientemente elevada, logrará acceder a una economía de escala y mejores precios, lo que nos permitirá usarla no sólo para el transporte, si no que nos beneficiaremos al poder acumular la electricidad producida por las fuentes renovables, y que en estos momentos debe ser consumida en el momento que es producida, perdiéndose una gran cantidad de la misma, sobre todo por las noches.
En cuanto a su aplicación al mundo de la automoción, necesitaría una evolución casi imposible en los próximos años, y los principales fabricantes aseguran que los primeros modelos llegarán para el 2015 con precios por encima de los 50.000 euros, fecha para la que fabricantes como Nissan o Renault, esperan disponer de su segunda generación de baterías, que aumenten de forma importante la autonomía y logren recortar unos precios que según las previsiones serán la mitad de los modelos con una pila de combustible, y esa es una diferencia demasiado importante.
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Fuente | Greencarcongress