El fabricante chino BYD ha logrado un importante contrato con la ciudad californiana de Los Ángeles que contempla la entrega de una pequeña flota del autobús eléctrico BYD e-Bus, uno de los mayores pedidos que supone uno de los primeros pasos para mejorar la cifra de emisiones del transporte público de esta ciudad.
El acuerdo está valorado en 23 millones de euros supondrá la puesta en marcha de 25 unidades y cuenta con una importante condición, y es que los modelos que vayan a formar parte del contrato deberán ser fabricados en suelo norteamericano, una medida que llega después de las críticas de los desarrolladores locales que piden mayor apoyo a la tecnología nacional, y de esa forma BYD ensamblará este y futuros pedidos en la planta que ha inaugurado el pasado mes de mayo.
Además de la adopción de estas 25 unidades, la empresa de transporte municipal afrontará también la conversión de otras 6 unidades híbridas para transformarlas en totalmente eléctricas, otro ejemplo de la decidida apuesta del ayuntamiento de una de las ciudades más comprometidas con la reducción de emisiones, todo con el objetivo de cumplir las exigencias que la ley del aire de California impone a sus ciudades y que supondrá una fuerte inversión para los ayuntamientos.
El programa trata de probar la velocidad a la que evolucionan la tecnología de vehículos eléctricos, unos sistemas que han mejorado características como la autonomía pero que deben buscar soluciones como mejores subsistemas integrados y la reducción del peso. Además esta prueba servirá a la empresa de transporte de Los Ángeles evaluar si los nuevos autobuses eléctricos pueden reducir los costes operativos y de mantenimiento en la vida útil del vehículo en relación con los modelos diésel e híbridos, más económicos en su adquisición.
Vía | BYD
