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Volkswagen, Toyota, BMW y Daimler acusados de intentar bloquear la llegada del coche eléctrico en Europa

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Después de los acuerdos de París, que ponían como objetivo unas importantes reducciones de emisiones a los estados, la UE se puso manos a la obra para redactar una nueva normativa. Un proyecto que se ha encontrado con la objeción de empresas como la petrolera holandesa Shell, que se ha alineado con  fabricantes como Volkswagen, Toyota, BMW y Daimler.

Estos han publicado un curioso informe de 150 páginas titulado «Integrated Fuels and Vehicles Roadmap 2030+«, donde se pone sobre la mesa las objeciones que Volkswagen y otras empresas han puesto sobre la idea de usar coches eléctricos para lograr la reducción de emisiones.

La alianza que se autodenomina“EU Auto Fuel Coalition» están haciendo presión para que esta rebaja se realice mediante vehículos dotados de sistemas que funcionen con biocombustibles en lugar de coches eléctricos. Unos modelos que indican no son interesantes por cuestiones como el elevado precio, la poca infraestructura de recarga, o simplemente que es una tecnología por madurar.

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Para este grupo, Europa necesita al menos otros 5 millones de puntos de recarga pública, además de unos 8.000 nuevos puntos de recarga rápida. Un despliegue que estiman costará unos 6.250 millones de euros. Por su parte las estaciones de repostaje de gas sólo necesitarían una inversión de 430 millones de euros, para un total de 20.000 estaciones.

Cifras realmente peregrinas ya que el coche eléctrico no necesita llegar a una tasa de un punto de recarga por cada coche, y mucho menos duplicar o triplicar esa tasa. Recordamos que el pasado año se han vendido en todo el mundo 550.000 coches eléctricos. Unos coches que además realizan la mayor parte de sus recargas en la vivienda del propietario.

Por otro lado este grupo de presión indica que los combustibles líquidos ofrecen grandes posibilidades de reducción de emisiones, sin la necesidad de afrontar cambios drásticos en al forma de hacer los coches, ni en la infraestructura de repostaje,

Un intento por aferrarse a un sistema caduco que curiosamente está firmado por empresas que no se han situado a la cabeza del sector, o simplemente aquellas como las petroleras que la llegada del coche eléctrico es una amenaza directa a su existencia.

Vía | The Guardian

 

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