Ford desafía al gobierno de Trump llevando la producción de su nuevo coche eléctrico a México

Hace unos meses la nueva dirección de Ford presentó un plan de cara a acelerar su implantación en el sector del coche eléctrico. Un proyecto algo abandonado por el anterior equipo del fabricante norteamericano y que ha sido según muchos expertos la razón del despido del antiguo director ejecutivo. Un nuevo proyecto que incrementaba la inversión en nuevos modelos 100% eléctricos, reduciendo la destinada a híbridos.

Dentro de este plan presupuestado en 4.500 millones de dólares, se incluía el lanzamiento de un nuevo modelo 100% eléctrico que llegaría al mercado en 2020. Un todocamino que sería fabricado en la planta que los norteamericanos tienen en Flat Rock, Michigan.

Pero ahora los planes ha cambiado. Según confirma Forbes, desde Ford se ha indicado que ahora el encargado de ocupar esa línea de montaje será el nuevo proyecto de coche autónomo, mientras que el todocamino eléctrico será destinado a la fábrica que tienen en Cuautitlan, México.

Esto sin duda choca con los mensajes de la actual administración de Donald Trump, que ha buscado que las marcas estadounidenses fabricasen una mayor cantidad de coches dentro del país. Algo que al menos en el caso del eléctrico de Ford parece que no se cumplirá.

Desde el fabricante se ha indicado que la decisión tiene como objetivo incrementar la rentabilidad de este modelo, frente a un coche autónomo que de momento contará con una producción muy limitada destinada principalmente a programas de prueba.

Una situación que sin duda traerá cola, ya que está por ver las consecuencias de la producción al otro lado de la frontera con una administración empeñada en castigar esta hasta ahora habitual práctica de los fabricantes que trabajan en el mercado norteamericano. Y es que si el gobierno de Trump decide incrementar los aranceles con la rumoreada modificación del acuerdo de libre comercio (NAFTA) la comentada rentabilidad de este eléctrico podría esfumarse.

Una apuesta de Ford que llega algo tarde respecto a sus rivales, pero que además se enfrenta a los retos políticos de cara a su producción. Una incertidumbre que sin duda no es de ayuda para el fabricante de Detroit.

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Vía | Forbes