La mega batería de Tesla en Australia ya ha logrado producir unos ingresos de 650.000 euros en apenas dos días
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Publicado: 29/01/2018 17:55
El pasado año Tesla se embarcaba en una apuesta arriesgada, pero de lo más lucrativa tanto para la propia marca americana. La puesta en funcionamiento de la hasta ahora mayor batería de almacenamiento estacionario del mundo y que está localizada en Australia.
Además de una gran cantidad de rédito publicitario para Tesla, que se comprometió a ponerla en marcha en menos de 100 días, ahora sabemos que esta inversión ya está dando sus primeros resultados.
Como recordamos, la función de esta enorme instalación de 100MW de potencia y 129 MWh de capacidad, es la de almacenar la energía sobrante cuando hay exceso de producción en los parques eólicos cercanos. Una energía comprada a bajo coste, que luego es revendida de nuevo en las horas de mayor demanda, con a precio de mercado.
Según los primeros datos ofrecidos por la empresa operadora de esta instalación, la energía se está adquiriendo casi regalada. Luego es revendida a la red con un precio de 9.135 euros el MWh. Una diferencia que se explica de dos formas, y es que la compra es un precio muy bajo, casi regalada ya que es energía que de otra forma se perdería, y la venden más como un servicio de respaldo capaz de actuar en cuestión de milisegundos que una fuente de energía en si misma.
Esto ha supuesto que en apenas dos días los ingresos por el balance positivo para la empresa que opera la instalación, Neoden, haya sido de nada menos que 650.000 euros. Una cifra considerable si tenemos en cuenta los 40.3 millones de euros que ha costado la puesta en marcha de esta instalación.
Y eso que el formato de uso de la instalación es mixto. Esto quiere decir que la empresa sólo puede usar una parte de la capacidad y potencia, en este caso 30MW y 90MWh. El resto queda reservado para el uso del gobierno en caso de urgencia. Algo bastante habitual en la zona sur de Australia donde los apagones suelen ser frecuentes.
Este ejemplo ha servido para que otros mercados hayan puesto los ojos en el enorme potencial de uso de las baterías de respaldo para la red eléctrica. Una tecnología pendiente del balance entre costes de las instalaciones y los ingresos a proporcionar, que con ejemplos como el puesto en marcha por Tesla están logrando abrirse paso como una excelente alternativa para almacenar excedentes de fuentes renovables, y reducir la dependencia de otras formas de generación eléctrica como el carbón.
Con todo esto no es extrañar que la propia Tesla está recibiendo pedidos de todo el mundo para replicar este tipo de instalaciones. Australia quiere repetir experiencia con la puesta en marcha de una instalación de mayor capacidad y potencia. A esta se suma la confirmación de Nueva Zelanda de seguir los pasos de sus vecinos australianos, y que seguro no será ni mucho menos la última.
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Vía | Reneweconomy