El segmento de los B-SUV está en auge. Esta categoría es la que más creció en ventas en Europa el año pasado, pues este tipo de vehículo aúna el pequeño tamaño de un utilitario con un espacio interior y un maletero más cercanos a un compacto, y todo ello complementado por una estética a la moda que agrada a un gran porcentaje de los compradores. Precisamente por ello, Hyundai ha apostado por el Kona para encabezar su ofensiva eléctrica a gran escala, pues saben que es un tipo de vehículo que se adapta a los gustos europeos a la perfección, permitiendo su carrocería acomodar las baterías en los bajos sin perder espacio interior.
El grupo Volkswagen es consciente de ello, y por ello están redoblando sus esfuerzos en dicho nicho del mercado. Además de los Volkswagen T-Roc y Audi Q2 (basados en la plataforma MQB), también van a complementar su oferta B-SUV con el ya presentado SEAT Arona y el futuro Volkswagen T-Cross (basados en la plataforma MQB-A0, más pequeña que la MQB). Sin embargo, parece que de esta amplia oferta, el modelo más interesante será el último en llegar: el hasta ahora conocido como Skoda Vision X, hermano de los Arona y T-Cross.
Este modelo será presentado como prototipo durante el próximo Salón del Automóvil de Ginebra, y a nivel externo será muy similar a su primo de SEAT, adaptando algunos paneles de la carrocería y las zonas frontal y trasera al diseño de la marca checa. En el interior podemos esperar una gran modularidad, como es típico en Skoda. Sin embargo, lo realmente interesante de este modelo será la mecánica.
El Vision X será un híbrido, pero no al uso, pues combinará dos motores eléctricos con uno de combustión adaptado a GNC, un tipo de combustible alternativo (gas natural comprimido) con unos costes de uso extremadamente reducidos por el que Volkswagen lleva apostando ya un tiempo en detrimento del GLP (gas licuado de petróleo).
Así, el Vision X montará el nuevo 1.5 TSI EVO de 130 cv y 250 Nm de par asociado con toda probabilidad a una caja de doble embrague DSG (sin confirmar), y gracias a dos tanques de GNC, podrá funcionar con gas natural. El motor de combustión se encargará de la tracción al eje delantero, mientras que del trasero se ocuparán dos motores eléctricos alimentados por un conjunto de baterías de 48 voltios.
A pesar de que los motores eléctricos dotarán al modelo de un salvaje par de 1.000 Nm, el 0 a 100 km/h será de apenas 9,3 segundos. La autonomía total se estima en unos 650 km, lo que nos indica que los tanques de GNC tienen un tamaño relativamente contenido. La autonomía en modo 100% eléctrico se estima en apenas 2 km, pues el modelo no es enchufable: los motores eléctricos se encargan de mover el coche en las maniobras, dan apoyo al de combustión para reducir el consumo, y brindan tracción total al vehículo.
¿Llegará a producción este interesantísimo grupo propulsor? Todavía es pronto para afirmarlo, pero teniendo en cuenta la clara apuesta de Volkswagen por el GNC y que un sistema de 48 voltios es más económico que una hibridación convencional, es bastante probable que para el año que viene podamos disfrutar de los Arona, T-Cross y Vision X con dicha motorización.
Fuente | Skoda
