Las mil caras del Renault Twizy

Desde su desembarco el pasado mes de marzo el Renault Twizy se ha convertido de largo en el coche eléctrico más vendido de Europa, y más de 7.000 unidades ya circulan por las carreteras de nuestro continente. Nacido para ofrecer una alternativa de movilidad eléctrica a un precio razonable, el Twizy ha ido extendiendo sus tentáculos por una gran cantidad de sectores que han encontrado a este pequeño en una excelente arma para luchar contra los atascos, los elevados precios de los carburantes y también para facilitar la labor de moverse por la ciudad.

Es por eso que no nos extraña encontrarnos cada día con un Twizy involucrado en una nueva situación, desde vestido de policía para los Carabinieri italianos, de obra de arte, e incluso una de sus últimas misiones sirviendo de vehículo para el servicio de primeros auxilios en la localidad alemana de Fulda, donde su agilidad entre el tráfico le permite ser el primero en llegar.

Y es que no se puede decir de otra cosa, el Twizy ha sido un éxito, un modelo que se ha vendido, y mucho, a pesar de que alguno de sus principales mercados, como el de Alemania, no dispone de ayuda a su adquisición, lo que no ha evitado que sus cifras sean las mejores del continente, por delante incluso de Francia.

A esto debemos sumar la ausencia de una versión totalmente cerrada, algo que es de suponer mucho más demandado en los países del centro y norte de Europa que en el nuestro, por lo que es de suponer que con una versión totalmente cerrada las ventas serían incluso mucho mejores, aunque como hemos visto, el ingenio de algunos manitas ya ha convertido en realidad esa petición, y por unos pocos cientos de euros podemos cumplir el sueño de tener un Twizy cerrado.

Pero lo más importante es que el Twizy ha sido la oportunidad para muchos de tener su primera experiencia a los mandos de un coche eléctrico, una alternativa que ofrece una solución de movilidad tanto a esos padres que desconfían de las motos pero no quieren limitar los movimientos de sus hijos, y donde la versión 45 juega un papel clave al poder conducirse sin carné, hasta esa persona que necesita habitualmente moverse por la ciudad, pero no quiere pagar los elevados precios de los aparcamientos privados.

El Twizy de los bomberos de París

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