Dacia eléctrico. Sí, gracias

En unas recientes declaraciones el director ejecutivo de la alianza Renault-Nissan, Carlos Ghosn, insinuó que podría llegar al mercado un Dacia eléctrico, pero que la demanda es aun insuficiente. Por otro lado el señor Ghosn se muestra como un convencido de los eléctricos apoyándose en los buenos números de ventas de los modelos que tienen en el mercado. En qué quedamos, ¿hay demanda o no hay demanda?

Este Jueves analizábamos cómo sería el desembarco de Dacia en el mundo de los eléctricos desde el punto de visto del producto y del precio final. Hoy le damos la vuelta para ver si las declaraciones del Carlos Ghosn están justificadas y buscamos el punto positivo, donde Dacia podría dar juego en el mercado de los coches eléctricos.

En el artículo de ayer de Carlos Noya podíamos leer las últimas declaraciones de Carlos Ghosn sobre la posibilidad de que Dacia comience a fabricar coches eléctricos, dejándolo a expensas de que haya demanda para ello. Carlos resaltó lo imposible de hacer de un eléctrico un coche barato, el valor de la tecnología, y especialmente de las baterías, restringe la reducción del precio final a unos pocos miles de euros, frente a los 20.000 o 25.000 euros que puede salir el conjunto.

El presidente de Renault-Nissan recurre a la demanda para condicionar la llegada de Dacia al mundo de los eléctricos. Existe cierta incongruencia en estas declaraciones que por otro lado augura que un 10% del mercado será eléctrico en 2020. tal vez sí existe un mercado para los productos Dacia y no hay demanda porque aun no hay producto.

La misma historia de Dacia nos enseñan que Renault se equivoca, de nuevo. Dacia era una empresa Rumana que cuando fue absorbida por Renault fabricaba coches de la marca francesa con el logo de Dacia, hasta 2004 que sacó el Logan. Renault no quiso traerlos en un principio al resto de Europa, alegando que sus equipamientos y calidad de acabados no estaban a la altura de los consumidores Europeos. Pero la demanda, la que no quisieron ver los directivos franceses en un principio, les obligó a hacerlo.

Los productos Dacia se caracterizan por espartanos y baratos. Y los coches eléctricos se caracterizan por caros. Algo que las marcas tratan de maquillar ofreciendo modelos muy equipados que justifiquen el elevado precio de la nueva tecnología. Pero cada vez que han recortado precios, han mejorado notablemente sus ventas. Como ha ocurrido con el descuento de 9.000 dólares en el Chevrolet Volt o con la aparición de versiones menos equipadas en el Nissan Leaf.

Estamos constantemente leyendo de las ventajas económicas de los coches eléctricos, en cuanto a ahorro en gasolina y en mantenimiento. Pero la inversión a realizar es aun elevada y la compra solo se compensa cuando su uso es intensivo y preferiblemente un uso diario cercano a la autonomía de este. También ayer, leíamos cómo las empresas de reparto pueden obtener ingentes ahorros convirtiendo su flota en eléctrica. Son estas empresas precisamente las que mejor pueden hacer esa inversión, ya que además se aprovechan de excepciones fiscales.

Y lo mismo para flotas de empresa o coches de alquiler. Sin embargo vemos como la versión más económica del Nissan Leaf, el Visia, incluye en su equipamiento de serie una pantalla táctil en color de 7 pulgadas, Bluetooth, llave inteligente i-Key (apertura por proximidad), espejos retrovisores eléctricos y luces de niebla delanteras. Un equipamiento que poco le puede interesar a estas empresas, que suele optar por la versión más básica del mercado.

Tal vez un Dacia Sandero eléctrico no tenga mucho sentido, pero un Dacia Lodgy o un Dacia Dokker puede responder a la demanda de las flotas de reparto, para los que cualquier reducción de precio será bien recibida. No hay que quitar importancia a este nicho de mercado, en 2012 la Renault Kangoo Z.E. fue el eléctrico más vendido en Francia, por encima del Bollare Bluecar, y lleva vendidas más de 8.500 unidades.

Mientras que la Ford Transist no acaba de llegar al mercado europeo y los productos de los grupos PSA y de FIAT están totalmente desaparecidos, Dacia podría ofrecer un producto muy interesante y ayudar así a la democratización de los vehículos eléctricos. Tal vez sea que a Renault-Nissan no le interesa porque aun no tienen competencia para la Kangoo Z.E.