Los fabricantes de los coches eléctricos eléctricos afirman que éstos revelan más información de la que se presenta en la pantalla. Todo gracias a los sensores con los que van equipados las baterías. Para los fabricantes, el conocimiento de los hábitos de conducción de las personas tiene un valor incalculable en el mercado cada vez más grande de la venta de coches eléctricos.
Por eso, a diferencia de los coches más antiguos, los eléctricos vienen equipados con sensores, ordenadores y conexiones inalámbricas. Estas permiten ofrecer información de forma voluntaria al conductor sobre la utilización de su vehículo, cómo los hábitos de conducción o de cargas. De esta manera, los fabricantes obtienen una valiosísima información que antes era imposible de obtener a una escala tan grande y exacta.
El ordenador del vehículo es capaz de recopilar información como el comienzo y el final de los viajes. Podemos conocer el nivel de la batería, los tiempos de conexión y desconexión de los cargadores. También detalles como la aceleración que le imprime el conductor al vehículo, o cuándo utiliza el aire acondicionado. Hasta los sistemas de navegación GPS pueden guardar información con respecto a los viajes y las rutas empleadas.
Un ejemplo de ello lo encontramos en los conductores del Chevrolet Volt. Gracias al sistema de comunicación OnStar pueden compartir en línea sus hábitos de conducción, y hacer un desafío de economía eléctrica con otros conductores conectados.
Estos se benefician de los premios que ofrecen los fabricantes a los consumidores más ahorrativos, a la vez que los fabricantes se benefician de la información recibida, lo que les permite conocer mejor a los clientes, si estos se están adaptando a las condiciones de conducción de los coches eléctricos o cual es el consumo medio diario de los utilitarios de los coches eléctricos.
La recopilación de datos por parte de los fabricantes promete revelar mucha más información en un futuro cercano. Posiblemente, sirva para elegir el futuro diseño de los próximos vehículos o revelar que clase de conductor somos en realidad mostrándonos hábitos ocultos.
Incluso me ha hecho pensar si algún día esto podría servir para personalizar la velocidad máxima permitida en función del vehículo y tipo de conductor que sea. Porque, ¿qué sentido tendría limitarse a conducir a 120 km/h un superdeportivo? Para comprarlo y no explotarlo, no me lo compraría. Pero si se implantara ese sistema, sería sería muy diferente.
