De serie, el Tesla Model S es uno de los mejores coches de todos los tiempos. Rápido como un deportivo, espacioso como un monovolumen, y con el consumo de un pequeño scooter. Además llega con un generoso equipamiento, entre el que destaca su enorme pantalla de 17 pulgadas.
Son muchos los usuarios que deciden que el equipamiento de serie no es suficiente, y se lanzan a añadir elementos por valor de varios miles de euros. Pero hay un cliente que ha ido un paso más allá, y además de equipar hasta los dientes con casi todos los accesorios oficiales, ha añadido otros tantos no oficiales para crear el Model S más caro del mundo.
Para empezar, los chicos de T Sportline han cogido un Tesla Model S de 85 kWh que tiene un precio de 85.900 dólares. Le han añadido el paquete Performance Plus, que entre otras cosas añade:
Alerón en fibra de carbono y pinzas de freno en color rojo: 6.500 dólares
Suspensión neumática inteligente 2.250 dólares
Pack tech 3.750 dólares
Sistema de sonido de ultra alta definición: 2.500 dólares
Techo solar panorámico: 2.500 dólares
Llantas de 21 pulgadas: 4.500 dólares
Hasta este punto podríamos estar hablando de un Model S bien equipado, ya que en total suman 123.770 dólares. Pero aquí empieza la diversión al seguir creciendo el equipamiento con elementos como:
Llantas doradas Ghost Gold: 7.500 dólares
Decoración exterior 3M: 6.000 dólares
Cuerpo de fibra de carbono: 5.250
Sistema de sonido mejorado: 9.500 dólares
Tapicería interior exclusiva: 25.000 dólares
En total, con las modificaciones este Model S puede llegar a la friolera de 205.820 dólares, unos 149.000 euros. Un exceso pensado para aquellos a los que les sobre el dinero, y busquen la forma de diferenciarse del resto de mortales. Unos clientes que a la vista de esas llantas y el aspecto malote exterior, estarán principalmente situados en el mundo del espectáculo.
¿Alguien ha dicho Justin Bieber?
Vía | Autobloggreen
