A pesar de no poder vender sus vehículos en Texas, Tesla Motors abre una sucursal en Dallas para acercar su producto a los posibles compradores. La escatológica situación prohíbe discutir precios y la venta se realiza online desde un estado vecino. Descubre lo enrevesado de comprar un Tesla Model S fuera de ley.
Repasamos además la lista completa de los estados donde Tesla Motors puede y no puede vender sus coches. Un mapa teñido de rojo por la prohibición de venta directa al consumidor que parece no afectar las ventas del único modelos de los de California.
Se puede ver, se puede tocar y se puede aprender sobre su tecnología, pero no se puede comprar. Ni siquiera se puede discutir el precio del vehículo ni de sus opciones. Para ello el «vendedor» aconseja al interesado que consulte la pagina web. Peor aun, tampoco se puede probar el vehículo.
Realmente no se puede llamar tienda a la galería o exposición abierta el pasado Viernes en un centro comercial de Dallas. Se trata de un lugar para «crear un sólido conocimiento de nuestro producto», según Alexis Georgeson, representante de Tesla Motors. Y es que la prohibición de venta directa al público establecida en Texas no encaja con el modelo de venta de los de California. Con esta son ya 3 galerías en este estado, después de Austin y Huston.
El procedimiento para comprar un Tesla Model S se vuelve realmente complicado tanto en Texas como en los otros 25 estados en los que la venta directa está prohibida. El primer paso es realizar la compra online o por teléfono. El coche será después enviado a su comprador desde un estado vecino a través de un intermediario. Hay que poner el vehículo a nombre del comprador y, como viene registrado en su lugar de origen, registrarlo en el estado donde se recibe, en este caso Texas. El nuevo propietario pagará entonces los impuestos correspondientes a su lugar de residencia.
Al no venderse en Texas tampoco puede Tesla ofrecer servicio de asistencia o mantenimiento. Existen, sin embargo, 3 filiales locales (en Austin, Houston y Dallas) que llevaran a cabo las reparaciones, pero el propietario ha de contactar directamente con la compañía para que se lo organice. El taller tendrá que limitarse a reparar lo establecido, no podrán discutir precios ni ofrecer reparaciones adicionales.
Aun así hay unas 2.000 unidades registradas en Texas y sus felices propietarios se ofrecen incluso a recoger a los potenciales clientes y mostrarles las virtudes de sus coches en marcha, algo que desde la tienda no se puede alcanzar. Una vez más el corporativismo de los clientes de Tesla juega a su favor.
Tesla Motors sigue pensando en conseguir levantar el veto de venta directa en este estado, para lo que tendrá que esperar al año próximo. Recientemente consiguió una gran victoria en Nueva Jersey (no está reflejada en el mapa), después de que se estableciese una prohibición similar. También en el estado de Nueva York consiguió recurrir esta ley y mantener las tiendas que ya tenia.
En total son 25 los estados que prohíben la venta directa de vehículos al consumidor contra 23 que si lo permiten. A estos 23 estados hay que sumar Wahington D.C., situado estratégicamente entre Mariland y Virginia, 2 estados donde se cumple la prohibición. Y quedan Arizona y Virginia del Oeste donde está por legislar. Curiosamente Tesla posee galerías en 23 estados, dejando algunos que no tienen prohibición (Tenesse, Mississipi, Alaska y Nuevo Hampshire) sin puntos de venta.
Esto ultimo demuestra que la situación no es preocupante para Tesla Motors, que tiene vía libre en la mayoría de los estados más poblados del Estados Unidos y que tiene medios para que quien quiera, y pueda, comprarse un Model S lo haga en el estado que sea.
Fuentes | Autobloggreen | Mojo Motors