A pesar de que las ventas del LEAF marchan a un ritmo bastante interesante, parece que estas no son lo suficientemente robustas como para justificar tres fábricas de baterías. Tres instalaciones, situadas en Japón, Inglaterra y Estados Unidos, pensadas para rebajar los costes de transporte y agilizar la producción.
Pero parece que el plan no ha salido como Carlos Ghosn esperaba, ya que la capacidad actual de producción de las tres plantas es de 220.000 unidades al año, mientras que las ventas se han situado en torno a las 67.000 unidades logradas el pasado año entre Nissan y Renault. Ahora Nissan se plantea dar un paso atrás, retirando la producción de baterías tanto de la fábrica norteamericana, como de la europea.
Una de las posibilidades es que Nissan se una a sus socios de Renault, y contrate los servicios como suministrador de la coreana LG. Además de lograr un mejor precio, fuentes internas aseguran que la tecnología de LG está entre seis meses y un año por delante de la de Nissan tanto en costes, como a nivel de desarrollo.
Otra de las posibilidades que hay sobre la mesa es la de copiar el modelo Tesla. De esta forma LG podría adquirir una de las fábricas de baterías de Nissan, o la de Sunderland o la de Smyrna, y suministrar desde esta a los coches de Renault-Nissan.
Entre los problemas que animarían a parte del consejo de Nissan a realizar alguno de estos movimientos, es el bajo rendimiento que están logrando con las baterías del LEAF, con fuertes y prematuras degradaciones. Según la información de Reuters, una de las causas es que el anterior jefe de Nissan, Carlos Tavares, en su intención por lograr vencer a Renault y su ZOE, aceleró el desarrollo de la batería de LEAF. Este recorte de un año en su desarrollo, provocó algún problema de diseño, que ha terminado con una primera generación de baterías que han sufrido una degradación elevada.
Ahora el debate está en el consejo de la alianza Renault-Nissan. Desde el fabricante francés se presiona para abrazar el acuerdo con LG, que permitirá aumentar de forma importante el número de pedidos, y es de espera que con ello el precio del kWh. Desde la propio Nissan se tira para el otro lado, apostando por una producción interna. De momento la alianza Renault-Nissan no se ha querido confirmar esta información, y asegura el total compromiso con la movilidad eléctrica, siguiendo con su actual estrategia.
Lo que está claro es que el movimiento de Tesla y su gigafábrica ha trastocado los planes de muchos. Lo ambicioso de su proyecto, y la ampliación de la gama del fabricante norteamericano, tanto hacía arriba con el Model X, como hacía abajo con el Model III, provocará que además de las mejores baterías, tengan los mejores precios.
Una combinación que provocará movimientos de concentración como el casi inevitable entre Renault-Nissan y LG.
Vía | Reuters
