Para Francia, el coche eléctrico es mucho más que una moda. Su apuesta industrial es muy importante. Son muchos los puestos de trabajo que dependen y dependerán del éxito temprano de esta tecnología.
La batería de medidas para lograr aumentar las ventas son muy amplias, con un bonus ambiental que llegará a los 10.000 euros, siempre y cuando el comprador haga entrega de un modelo diésel en la compra de su eléctrico. Tampoco se queda atrás la iniciativa que servirá para incrementar la red de puntos de recarga hasta las 16.000 estaciones.
Pero además de medidas económicas, desde el gobierno se quiere predicar con el ejemplo. Una de las ideas más mediáticas que hay sobre la mesa será la obligación a los Ministros a realizar sus desplazamientos urbanos en coches eléctricos. Una propuesta que todavía no ha sido aprobada, pero que sin duda tendrá un fuerte impacto publicitario.
Un ejemplo lo hemos visto cuando el pasado mes de abril, la recién nombrada Ministra de Ecología, Desarrollo Sostenible y Energía, Segolene Royal, causó sensación al llegar a su primer Consejo de Ministros en un MIA eléctrico. Un modelo de lo más sencillo y modesto, pero que sirvió para que los medios hayan puesto los focos en el vehículo eléctrico.
Podemos soñar con aplicar esta medida no sólo a los Ministros, si no a toda la flota pública. Un paso muy ambicioso que necesitaría grandes recursos económicos, pero que permitiría alcanzar unos niveles de ahorro difíciles de cuantificar.
Vía | Autoplus