Durante la conferencia Challegenge Bidendum celebrada en China, el ex presidente del parlamento europeo, Pat Cox, ha realizado una exposición de como Europa avanza hacia un sistema de transporte más limpio, pero de una forma más lenta de lo esperado. También a añadido más leña a la discusión sobre el hidrógeno, aplicado a la movilidad personal, con un interesante dato.
Según Cox, la UE ha impuesto a los estados unos deberes para lograr reducir la gigantesca dependencia energética exterior, sobre todo en cuanto a carburantes fósiles, que representan el 94% de los combustibles usados para el transporte. Un porcentaje de cual un 84% procede de fuera de Europa. La cuestión es que los estados no tienen que presentar sus proyectos hasta el 2016, para comenzar a trabajar en 2025, un plazo para Cox demasiado dilatado.
Entre las alternativas de movilidad está el hidrógeno. Para el ex presidente del Parlamento Europeo, el hidrógeno no ha supuesto una alternativa por una cuestión de coste. Desde 1986 Europa se ha gastado 550 millones de euros en proyectos relacionados con este sector, tanto en su aplicación a la automoción, como en su almacenamiento. Pero de momento apenas hay estaciones o vehículos funcionando.
El precio de la tecnología es demasiado elevado. Un ejemplo son los más de un millón de euros que cuesta cada hidrogenera. Pero también muy importante es el coste de los vehículos. Como ejemplo nos pone el caso de Toyota, un fabricante plenamente volcado con esta alternativa que el próximo año lanzará su primera propuesta a nivel comercial.
El Toyota Mirai, que parece que será su nombre, saldrá con un precio que rondará los 70.000 euros. Pero a pesar de esto, según Cox, Toyota perderá entre 50 y 100 mil euros en cada unidad vendida, por el elevado coste de la producción de las pilas de combustible.
Esto pondrá a prueba el aguante de Toyota en su decidida apuesta por el hidrógeno. Será interesante ver si el fabricante japonés apoya de forma incondicional un vehículo tan deficitario, que a día de hoy apenas cuenta con 27 hidrogeneras en toda Europa, que a finales de año llegarán a las 47. Para el gran salto habrá que esperar a una fecha situada entre 2020 y 2030, cuando se espera que la infraestructura alcance un nivel mucho mayor.
Vía | Autobloggreen