Una de las principales características que pedimos a un coche urbano es su maniobravilidad. Poder moverse, y sobre todo aparcar, de la forma más sencilla posible es algo que se agradece cuando el espacio es extremadamente escaso.
Los alemanes de ZF han llevado esto hasta el extremo con su modelo experimental ZF Smart Urban Vehicle. Un coche eléctrico dotado de dos motores de 40 kW cada uno, situados en el eje trasero y que le impulsan hasta una velocidad máxima de 150 km/h.
La protagonista del ZF Smart Urban Vehicle es de una dirección delantera capaz de girar hasta 75 grados. Además de facilitar el estacionamiento incluso en espacio ajustados, este sistema permite a al coche dar un giro de 180 grados en una calle de dos carriles.
También muy importantes son las ayudas al aparcamiento. Este modelo es capaz de buscar un espacio donde aparcar de forma autónoma. De esta manera el conductor podrá dejar el coche en la calle, y este irá por su cuenta a encontrar un lugar donde aparcar. Cuando lo encuentra, puede estacionar sin nuestra ayuda de forma totalmente automática.
Esto es posible gracias a una serie de sensores, capaces de leer la carretera, al mismo tiempo que escruta las plazas de aparcamiento disponibles. Esto significa que el coche tiene capacidad para moverse de forma autónoma, otro de los puntos más interesantes de este prototipo.
Mientras mantenemos las manos en el volante, el coche desactiva el sistema de conducción automática. Pero en situaciones como conducción en zonas urbanas a baja velocidad, podremos soltar el volante, y de forma automática el coche tomará el control de la situación. Esto nos permitirá por ejemplo, relajarnos mientras circulamos a baja velocidad, o estamos en medio de un atasco.
Un interesante experimento que nos muestra el camino que seguirá la tecnología del transporte personal en los próximos años, donde además de la mejora de la eficiencia, veremos un importante incremento de nuestra comodidad.
Fuente | ZF
