El gobierno de California destinará un total de 23.6 millones de dólares para un proyecto que pretende explorar el potencial de la electrificación de los camiones encargados del transporte de contenedores dentro de los puertos y los centros de distribución. Unos camiones que suelen tener recorridos cortos, y donde la aplicación de sistemas eléctricos parece muy interesante.
A este proyecto accederán fabricantes como BYD, Kenworth, Peterbilt, y también la sueca Volvo. Estos recibirán una cantidad de dinero a determinar para poner en marcha un total de 43 camiones eléctricos e híbridos enchufables. Una flota que se pondrá en marcha en lugares como la Bahía de San Francisco, Sacramento, San Diego y el Valle de San Joaquin.
Este proyecto quiere poner en marcha tres tipos diferentes de sistemas de propulsión. El primero será un modelo 100% eléctrico, que prescinda completamente de los sistemas de combustión interna. Será diseñado por la china BYD y la start-up TransPower.
Precisamente esta última ya había presentado un modelo experimental hace casi dos años. Un camión de clase 8 que utiliza la base de un modelo de Navistar. En su interior encontramos dos motores eléctricos que en conjunto rinden una potencia de 300 kW (408CV) que le permiten alcanzar una velocidad máxima limitada a 105 km/h. Un sistema que está controlado por una caja de cambios automática de 5 velocidades.
La energía procede de un pack de baterías de litio de 270 kWh de capacidad. Esta en las pruebas realizadas, el camión eléctrico de TransPower ha logrado un consumo medio de 81 kWh cada 100 kilómetros. Esto nos indica que la autonomía media lograda en las pruebas realizadas está en el orden de los 330 kilómetros con cada carga.
Por su parte Volvo aplicará su experiencia con los sistemas híbridos enchufables, y se encargará de diseñar un sistema eléctrico/diésel que llegará bajo su marca filial Mack. Un cuarto equipo tendrá como objetivo diseñar un camión eléctrico que contará con un extensor de autonomía a gas natural.
El objetivo es lograr reducir las emisiones de gases invernaderos, donde el transporte tiene una buena parte de culpa, al mismo tiempo que se trabaja en mejorar la eficiencia y los costes operativos de estos vehículos. Un proyecto que forma parte de un programa a gran escala del gobierno de California que busca mejorar la implantación de los sistemas eléctricos en las flotas de transporte interno.
Vía | Greencarcongress
