Tesla está desarrollando unas baterías con menor degradación al paso de los ciclos. 96% de capacidad después de 300.000 kms

Hace justo un año Jeff Dahn fichaba por Tesla. Se trata de un afamado investigador en el sector de las baterías, que llegaba para dar un nuevo enfoque al desarrollo del fabricante norteamericano en un segmento en plena explosión comercial, pero con mucho recorrido evolutivo por delante.

Después de un año sin apenas información de los trabajos del Sr Dahn, ahora durante una conferencia se han presentado los primeros resultados de una nueva química que indican tiene el potencial de incrementar de forma importante la duración de las baterías.

Estas nuevas celdas seguirían usando níquel, manganeso y cobalto (NMC) y tendrían la característica de limitar el número de gases que expulsan las celdas cuando operan en aplicaciones de alto voltaje, y eliminado las reacciones perjudiciales en el electrodo positivo.

Gracias a esta nueva configuración durante las pruebas, las celdas utilizadas por el equipo de Tesla ha logrado mantener el 96% de capacidad después de 1.200 ciclos a 2.5C. Algo que supondría recorrer más de 300.000 kilómetros, y apenas sufrir desgaste en la capacidad de la batería.

Además estas celdas tendrían mayor tolerancia a las recargas rápidas, ya que recargando a 2.5C supondría recuperar la carga completa de una batería de un Tesla en apenas 25 minutos. Algo que se complementaría a la perfección con el objetivo del fabricante de lanzar una segunda generación de los Supercargadores con potencias de más de 350 kW.

Por supuesto, como siempre hay que ver como se exportan los trabajos del laboratorio a aplicaciones reales en una producción a gran escala. Pero sin duda es muy positivo ver que los fabricantes siguen trabajando en mejorar no sólo la autonomía de sus vehículos, sino también algo tan importante como la duración de sus baterías.

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Vía | RD