El próximo viernes 1 de diciembre, Barcelona comenzará a aplicar sus nuevas medidas para luchar contra la contaminación urbana que sufre la ciudad, medidas que son resultado de un histórico acuerdo entre la Generalitat, el Área Metropolitana de la Ciudad y el ayuntamiento.
El objetivo perseguido por las autoridades es disminuir las emisiones producidas por el tráfico en un 30% durante los próximos 15 años, para así estar por debajo de los límites de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Se calcula que al año mueren de forma prematura unas 3.500 personas en todo el área metropolitana de Barcelona por causas relacionadas por la elevada polución.
La primera fase de este plan será la activación de un nuevo protocolo los días en los que supere el límite de contaminación ambiental recomendado por la OMS, por el cual quedará prohibida la circulación de los vehículos más contaminantes a lo largo de dichos días en la ciudad: furgonetas anteriores a 1994 que no cumplan la normativa anticontaminación Euro 1, coches de gasolina anteriores al 2000, y diésel anteriores al 2006.
Para que se active dicha medida, deben superarse los 200 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico durante al menos 1 hora.
Estas medidas se aplicarán dentro de la Zona de bajas emisiones (ZBE) de la ciudad, formada por la Ronda de Dalt, la Ronda de Litoral y todo el terreno delimitado por ellas. Quedan fuera por lo tanto la Zona Franca, Vallvidrera, Tibidabo y Les Planes. También se incluyen L’Hospitalet y parte de los municipios de Esplugues, Cornellà y Sant Adrià de Besòs (concretamente, las zonas incluidas dentro de las rondas anteriormente descritas).
Tras esta primera fase episódica, las medidas se irán endureciendo paulatinamente. A partir del año 2020, la prohibición será permanente: ninguno de los vehículos anteriormente descritos podrá circular por la zona ZBE de Barcelona entre las 7 de la mañana y las 8 de la noche.
En 2025 se extenderá la prohibición a los 40 municipios que forman la Zona de Protección Especial del Ambiente Atmosférico, con el objetivo de salvaguardar la salud de sus 4,3 millones de habitantes.
Para asegurarse de que se cumple el veto, se dispondrá de un sistema de cámaras que leerá las matrículas y las cotejará con las bases de datos de la DGT. Esta infraestructura costará 1,5 millones de euros. Además, se dispondrán de 48 patrullas urbanas con el único objetivo de regular el tráfico, así como se comenzará a dar uso al sistema de etiquetas identificativas de la DGT. La zona ZBE estará identificada por un total de 150 señales, y aquellos que incumplan la prohibición recibirán una multa de 100 euros.
El transporte público se verá reforzado, con la inclusión de un convoy más por línea de metro en hora punta (que se ampliará hasta las 11 de la mañana), así como de 15 buses extra en la zona del Baix Llobregat, y de más 15 en la del Barcelonès norte.
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Fuente | El Periódico
