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Viajar en coche eléctrico por Europa es posible, hasta que llegas a España o Italia

No son pocos los que a la hora de plantearse la compra de un coche eléctrico, han tenido que poner sobre la mesa la cuestión del viaje de vacaciones. Y es que a pesar de que en el día a día la autonomía de los actuales coches cubren las necesidades de la gran mayoría de usuarios, cuando hablamos de grandes desplazamientos la cosa cambia.

Esto se ha sucedido a Kurt Krautgartner. Un austríaco que en su momento ha realizado un viaje desde su ciudad natal hasta Marruecos a los mandos de su coche eléctrico.

Según su experiencia, esta aventura ha necesitado tres semanas para completarse, y sobre todo mucha planificación. Según Kurt, en el centro y norte de Europa es fácil moverse gracias a la amplia red de recarga existente. El problema empieza cuando entras en España, o cuando lo haces en Italia. Un lugar que cataloga como un desierto de puntos de recarga. Sobre todo cuando sales del norte del país.

Esto obliga a que cada recorrido sea planificado de forma individual. Por ejemplo, desde su ciudad, Gschwandt, hasta Génova, moverse en sencillo. Pero a partir de ahí se acaban los puntos y llegar a cualquier destino es toda una aventura.

Esto choca con lo que sucede un poco más al norte. Por ejemplo en Suiza. Allí el gobierno ha apoyado con intensidad el despliegue de miles de puntos de recarga. Y lo han hecho tanto para incentivar las ventas como también para alentar un tipo de turismo de lo más interesante ya que une a clientes normalmente con un poder adquisitivo medio-alto, con una forma de moverse sostenible. Por ejemplo, el famoso recorrido Grand Tour de Suiza, una de las carreteras más famosas espectaculares del mundo, ha cubierto sus 1.600 kilómetros con un total de 200 estaciones de carga.

Para Kurt, la clave para este tipo de desplazamientos son los puntos de recarga rápida. Una forma de poder realizar un trayecto largo en una sola jornada. Algo que a pesar del mayor tiempo necesario respecto a un modelo con motor de combustión, será cada vez más aceptado por los usuarios. En cambio el necesitar dos o tres días para el mismo trayecto, es una barrera insuperable para la mayor parte de los conductores.

Pero incluso con una mínima red de recarga rápida, los usuarios deben enfrentarse a retos. Por ejemplo, la necesidad de tener que registrarse en cada red de recarga, o solicitar una tarjeta. A esto sumar que los puntos pueden estar en uso, o fuera de servicio.

Una de las soluciones a corto plazo para Kurt, es que los viajeros puedan realizar su recorrido en un medio de transporte público, y una vez en el destino puedan alquilar un coche para sus desplazamientos. Algo que tampoco es sencillo ya que la mayor parte de los operadores no cuentan todavía con coches eléctricos en su oferta.

Para este experimentado usuario, la conclusión es que se pueden realizar grandes recorridos en un coche eléctrico. Pero la clave es la planificación, y sobre todo la paciencia. Algo que variará según el modelo que se vaya a usar para completar el viaje, ya que no es lo mismo hacerlo en un Tesla Model S, que hacerlo en un Nissan LEAF. Pero ser, es posible y como ejemplo su aventura desde Austria hasta nada menos que Marruecos.

Algo que mejorará en los próximos años con el incremento de autonomía de los propios coches, y la expansión lenta pero inexorable de las redes de recarga públicas.

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Vía | FR (alemán)

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