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Ahora no Permitir

Seis ciudades chinas donde gracias a las limitaciones del gobierno, un coche eléctrico es mucho más interesante que un gasolina

En China hay una serie de grandes ciudades que se han visto obligadas a poner restricciones a la hora de matricular coches gasolina. La razón, el crecimiento económico que está empujando a muchos usuarios a dar el salto de la bici a un coche particular. Un problema principalmente medioambiental que ha disparado las emisiones hasta niveles abrumadores.

Estas urbes son Pekín, Shanghái, Shenzhen, Tianjin, Hangzhou y Guangzhou. Allí una persona interesada en comprarse un coche gasolina tiene dos opciones, o apuntarse a la lotería que determina la entrega de una limitada cantidad de licencias cada año para comprarse un coche gasolina, o directamente adquirir un coche eléctrico, exento de esta limitación.

Y ante un escenario donde la espera puede llegar a varios años, cada vez son más los chinos que están optando por la vía rápida, un coche eléctrico. El resultado según los datos de Bloomberg New Energy Finance (BNEF) es que en 2017 estas seis grandes ciudades acumularon un total de 579.000 matriculaciones de eléctricos, algo que significa el 40% de las ventas de coches eléctricos de China, y nada menos que el 21% de las ventas a nivel mundial el pasado año.

Según los expertos, las restricciones de China están siendo extremadamente efectivas incentivando la compra de coches eléctricos. Los fabricantes han comenzando a priorizar sus campañas publicitarias en las ciudades en las que hay limitaciones a la compra, así como en la relación con el gobierno gracias a su apuesta más respetuosa con el medio ambiente.

La cosa no es para menos. Además de apuntarse a una lotería que no garantiza el poder conseguir el permiso para la compra en años, los usuarios pueden optar por el plan C, y es adquirir una de alguien que la haya conseguido pero no quiera utilizarla. Pero el coste en ciudades como Pekín se estima en torno a los 12.100 euros al cambio, algo que supone un precio superior al coste medio de un coche en la capital china, que ronda los 12.600 euros.

Para muchos residentes de estas ciudades los coches eléctricos se han convertido en una alternativa perfecta como segundo o tercer coche de casa. Una opción que como cuentan algunos residentes, al principio ha chocado con la opinión de los abuelos de la casa, que se resistían a la idea de adquirir un coche impulsado por electricidad. Una resistencia que se ha disipado una vez el coche está en la vivienda y demuestra todos sus beneficios.

Pero aquí también han empezado las limitaciones. Después de encontrar una alternativa a las emisiones de los coches gasolina, ahora las ciudades ven como se agrava el problema de la congestión de sus calles. Por ello algunas urbes como Pekín han decidido este año poner también limitaciones a la compra de coches eléctricos. De esa manera habrá 60.000 licencias para este año. Un número que choca con las 218.000 peticiones que se han registrado hasta febrero. Una señal de que el coche eléctrico ha calado en la sociedad, pero ahora se enfrenta a un problema que su sistema de propulsión no puede solucionar, la falta de espacio en las ciudades.

Vía | Bloomberg

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