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El Mercedes-Benz EQC se empezará fabricando en bajos números para estudiar sus posibles problemas iniciales

Mercedes-Benz pondrá a la venta su primer coche eléctrico de nueva generación, el SUV EQC, a mediados de 2019. Sin embargo, han confirmado que aumentarán la producción de forma muy gradual durante los primeros meses de vida comercial del modelo para evitar que los costes derivados de la garantía del vehículo se disparen. Dicho de otra forma, el EQC inicialmente se venderá con cuentagotas.

Esta noticia es un nuevo golpe para un modelo que muchos han calificado como insuficiente en su propuesta técnica. De acuerdo con la marca alemana, su vehículo es capaz de lograr una autonomía de unos 450 km bajo el poco realista ciclo de homologación NEDC, lo que equivaldría a unos 360 km bajo el nuevo ciclo WLTP y a unos 320 km en condiciones reales.

El jefe de producción y gestión de la cadena de suministro, Markus Schaefer, declara que se centrarán era monitorear la batería de 80 kWh, en lugar de en aumentar el ritmo de ensamblaje en las dos plantas en las que se fabricará el EQC (Bremen, Alemania; y Pekín, China). «Queremos asegurarnos de que entregamos la calidad de Mercedes desde el primer día en todos los aspectos», declaró Schaefer durante la presentación del EQC en Suecia el pasado miércoles.

«No queremos que los clientes terminen en el mecánico. Disminuir el ritmo de producción es una herramienta para garantizar que lo hacemos bien, para abordar todas las incógnitas que trae un coche eléctrico». La producción del Mercedes EQC comenzará a principios del año que viene en Alemania y a mediados en China, pero como hemos dicho antes, las primeras entregas se realizarán unos meses más tarde.

Schaefer defiende esta estrategia como una forma de cubrirse las espaldas para atajar posibles problemas con las baterías. «Son el corazón del coche eléctrico, y de ellas dependen en gran parte la seguridad y el rendimiento del vehículo, así como su vida útil y su coste».

Recordemos que para ahorrar costes, el EQC compartirá planta de producción con el Mercedes GLC (con el que comparte plataforma y numerosos componentes) y otros modelos de la marca. Schaefer se muestra confiado en que no surgirán problemas en la línea de montaje del EQC una vez que las baterías se envíen a Bremen y a Pekín, pues ambas plantas se encargan de fabricar vehículos siguiendo unos estándares de calidad muy elevados.

«No estoy preocupado por las plantas de producción en Bremen y Pekín. Conozco su capacidad, y han demostrado que pueden aumentar la producción a la velocidad del rayo«.

Fuente | Automotive News

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