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Ahora no Permitir

La Unión Europea estudia imponer cuotas de coches eléctricos para 2030, obligando a que todos sean cero emisiones en 2040

A día de hoy, China es el principal mercado mundial para el coche eléctrico gracias a los esfuerzos de su gobierno por promocionar este tipo de medio de transporte, pues necesitan disminuir su dependencia del petróleo extranjero y la contaminación ambiental de sus grandes ciudades.

Entre las medidas tomadas por el ejecutivo del país asiático, una de las más destacadas es la imposición de cuotas mínimas de ventas de coches eléctricos a los fabricantes, las cuales entrarán en vigor en 2019 con un porcentaje del 10% para todas las marcas. Dicha cifra aumentará hasta el 12% en 2020, e irá subiendo de forma paulatina.

El paralelo, podemos ver como la Unión Europea se muestra preocupada ante la pérdida de competitividad del viejo continente. No sólo la industria asiática es la que lleva la delantera en el sector de las baterías, clave de cara al futuro, sino que además cada vez surgen más marcas chinas de coches eléctricos frente a unos fabricantes europeos que en muchas ocasiones están pecando de ser demasiado conservadores.

Ante esta situación, la Unión Europea ha decidido tomar medidas. La comisión Junkers acaba de presentar un nuevo plan para obligar a los fabricantes a ser más ambiciosos con sus programas eléctricos. Este nuevo plan es mucho más estricto que el propuesto originalmente por la Unión Europea, pues incluye la imposición de cuotas.

Así, frente a la reducción de emisiones de dióxido de carbono del 15% para 2025 y del 30% para 2030, se han aprobado unos nuevos objetivos mucho más agresivos: para 2025, la reducción de cada grupo automovilístico tendrá que ser del 20%, mientras que la cifra deberá llegar al 45% en 2030. Sin lugar a dudas, un cambio considerable respecto al plan original.

La medida más polémica es la que hace referencia a la imposición de cuotas para modelos eléctrificados. Así, en 2025 el 20% de la gama de los fabricantes deberá esta formada por vehículos híbridos o eléctricos, mientras que para el año 2030 esta cifra aumentará hasta llegar al 40%.

La propuesta más ambiciosa de este programa es la de hacer que todos los coches que se vendan en la Unión Europea a partir de 2040 sean cero emisiones (no sabemos si se refieren a coches eléctricos puros en exclusiva o si también incluyen lo híbridos enchufables).

Esta batería de medidas todavía tiene que aprobarse en el parlamento europeo a principios de octubre, y se ha encontrando con la oposición frontal de los grupos automovilísticos, que consideran que estas propuestas serán demasiado difíciles de cumplir en un periodo de tiempo tan corto.

Fuente | Irish Times

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