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Un informe señala que los puntos de carga públicos para coches eléctricos deberían estar prohibidos para los híbridos enchufables

El experto en infraestructura de carga de vehículos eléctricos, Harold Dermott, ha realizado un informe para la Fundación RAC, titulado «Desarrollo de la red pública de carga del Reino Unido», donde Dermott expresa su preocupación sobre la utilización de los puntos de carga de coches eléctricos por parte de los vehículos híbridos enchufables.

En el informe se señala que los híbridos enchufables deberían prohibirse para su carga en los puntos de recarga de coches eléctricos debido a que tardan demasiado en recargar sus baterías, lo que trae como consecuencia que bloqueen estos cargadores a los coches eléctricos puros con capacidades de carga rápida. La mayoría de los PHEV a la venta tiene una potencia de carga limitada en torno a los 3’7 kW, algo que contrasta con la mayoría de eléctricos puros, que pueden cargar hasta al menos 50 kW de potencia.

Esto significa que un eléctrico puro tarda hasta 10 veces menos en cargar un porcentaje de su batería respecto a un híbrido enchufable, por lo que Harold Dermott apuesta por que, mientras los PHEV no tengan un rango de autonomía mayor en modo totalmente eléctrico y puedan aceptar una velocidad de carga mayor, se les debería prohibir el uso de estaciones de carga en las áreas de servicio de las autopistas.

Además, Dermott anuncia que si los PHEV continúan impidiendo que los eléctricos puros utilicen los puntos de carga rápida, estos puestos de carga nunca estarán disponibles para el propósito esencial para el que fueron construidos, es decir, para cargar las baterías de los coches eléctricos, por lo que prevee que los ingresos de los operadores de redes de carga serán menos de los esperados.

A pesar de esto, Dermott señala que la confiabilidad de los usuarios en los puntos de carga públicos ha aumentado, pasando de una media del 14’8% de unidades fuera de servicio hasta el 8’3%, aunque asegura que todavía es una proporción demasiado alta. Por otro lado, en este informe se señalan dos tipos de recarga de los vehículos: la carga de viaje, donde el objetivo principal es cargar las baterías para poder continuar con el trayecto y que se deberían priorizar para los coches eléctricos puros, y la carga de destino, donde la recarga de las baterías se realiza de forma secundaria mientras se llevan a cabo otras actividades, como ir de compras o aparcar en una estación de ferrocarril.

En este informe se solicita que las áreas de autopista donde se sitúen los puntos de carga ofrezcan los mismos servicios que se esperaría de un aérea de servicio tradicional con surtidores de combustible, como infraestructura para protegerse de condiciones climatológicas adversas, venta de alimentos y bebidas, aseos e iluminación.

Por otr lado, el director de la Fundación RAC, Steve Gooding, advirtió de que si los automóviles solo pueden recargarse con una potencia limitada, como en el caso de los híbridos enchufables, la instalación de puntos de carga más potentes serán cada vez menos rentables y se desperdiciará dinero, y agregó que es clave que las potencias de vehículos y cargadores sean totalmente compatibles. Además, enfatizó en que es fundamental un buen canal de comunicación entre todas las partes involucradas en la industria, es decir, suministradores de electricidad, fabricantes de vehículos y administraciones locales.

Vía | Auto Express

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