La Gigafábrica de Tesla en China alcanzará las 3.000 unidades semanales a finales de este mismo año

Los trabajos en la nueva fábrica de Tesla en China marchan a toda máquina, con la finalización de la estructura en apenas cinco meses y el inicio de la instalación del equipamiento y la maquinaria. Algo que permitirá al fabricante norteamericano comenzar la producción incluso antes de lo esperado.

Esto supondrá que este mes de agosto las líneas de producción arrancarán sus trabajos para comenzar su configuración, y pulir todos los detalles necesarios para lograr que en septiembre se inicie la fabricación del Model 3 en serie.

Ahora fuentes internas indican que la buena marcha de las obras incluso permitirá lograr alcanzar una tasa de producción más que notable en apenas tres meses, siendo la estimación el lograr llegar a las 3.000 unidades a la semana antes de finalizar este mismo año.

Gracias a este movimiento, Tesla logrará acercar la producción del Model 3 a uno de los mercados con mayor potencial, y que hasta ahora ha absorbido unidades que no han podido ser enviadas a Europa o Estados Unidos. Una parte que quedará liberada este mismo año. Además Tesla logra reducir de forma importante los costes logísticos, los tiempos de entrega, y reduce de forma notable los riesgos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

El impacto de esta instalación está todavía por ver, pero sin duda las expectativas son enormes, no sólo para Tesla, que verá incrementado el margen de beneficio por las unidades vendidas en China, sino también para los europeos que podríamos cambiar la fuente de las entregas de la planta de California a la de China, lo que podría suponer una reducción de los costes, y del precio de los vehículos.

Unos modelos que se beneficiarían entre otras cosas de un posible acuerdo entre Tesla y el fabricante local CATL. Algo que permitirá evitar la importación de celdas desde Japón, con el consiguiente impacto en cuanto a costes. Un acuerdo que de momento no ha sido confirmado por la propia Tesla.

Lo que está claro es que en 2020 la capacidad de producción de Tesla seguirá aumentando. Ahora queda por ver si logran que la producción de baterías esté a la altura, y también si consiguen superar el problema de las entregas y la logística, que ahora mismo se ha convertido en el inesperado problema número uno para los norteamericanos.

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