Primeras conclusiones de la prueba de larga duración del Audi etron

El medio Autocar ha realizado una prueba de larga duración del Audi e-tron durante tres meses y es un periodo de tiempo suficientemente largo para ver cómo se comporta este coche eléctrico en situaciones reales y un uso diario.

Se trata de un Audi e-tron 55 con algunas opciones extras como el color blanco, Tour Pack, entrada sin llave, cristales de ventanillas insonorizados, cristales de privacidad, climatizador cuatrizona y las barras de techo en aluminio.

Como todos los coches eléctricos, el Audi e-tron cuenta con frenada regenerativa, que permite recuperar la energía perdida en las frenadas y convertirla de nuevo en algunos kilómetros extra para poder utilizar el coche durante más tiempo. Sin embargo, esta frenada regenerativa no es tan fuerte como en otros vehículos, pese a que se puede ajustar mediante las levas que se sitúan tras el volante. Su conducción en el modo más fuerte de regeneración, es difícil de realizar sin pisar el pedal del freno, algo que en otros coches eléctricos es evitable en conducción por ciudad. Esto es algo que pudimos probar en el VEM 2019 y en lo que coincidimos con el probador de Autocar.

Esto es algo que tal vez haya hecho Audi para acercar su conducción a los conductores más tradicionales, personas que no están acostumbrados a los coches eléctricos y prefieren evitar los cambios radicales en su forma de conducir.

La autonomía se ha estabilizado en los 354 km reales con cada carga completa, y es bastante fiable la forma que tiene el coche de calcularla sin dejarte tirado ni cambiando esta cifra de forma repentina. Es fácil saber la autonomía real de la que se dispone en cada momento gracias a los datos que muestra el coche en tiempo real.

No obstante, si se sigue conduciendo por debajo de los 48 km de autonomía, la instrumentación digital mostrará un símbolo amarillo con forma de batería que parpadeará de forma permanente, además de ofrecer al conductor una ruta al punto de carga más cercano. Si se continúa la conducción y la autonomía llega a bajar de los 16 km, el coche cortará parte de la potencia que puede entregar para ahorrar batería y protegerla, mostrando un aviso en la pantalla con un símbolo de una tortuga, animando la conductor a cargar cuanto antes el coche.

En cuanto a fallos que haya sufrido la unidad, el probador cuenta como al poco de tener el coche saltó un mensaje en pantalla sobre un fallo en la llamada automática de emergencia (eCall) y la necesidad de dejar el coche en un servicio oficial para solucionarlo, donde estuvo un par de días hasta que los técnicos de Audi actualizaron el software del vehículo de forma gratuita.

El control de crucero adaptativo comenzó a fallar también hasta que se desactivó de forma permanente. El probador cree que puede deberse a la suciedad acumulada en el radar frontal, así como en los distintos sensores que tiene el coche, pero no ha vuelto a funcionar pese a haber limpiado concienzudamente estos componentes. Está esperando que Audi le informe sobre este problema.

Un aspecto importante es la carga del vehículo, y el probador la realizaba en su casa en una toma de solo 3 kW, resultando en un tiempo de carga de 28 horas. Un tiempo exagerado para completar la carga de la batería de 95 kWh de este coche eléctrico, pero que con una instalación más adecuada se reduciría de forma drástica.

El Audi e-tron admite potencias de carga de hasta 150 kW, pero el probador no dispone de esta potencia para probar. El e-tron puede cargar a 50 kW llevando su batería del 0 al 80% en 90 minutos, mientras que si se carga a 7 kW la carga se completará en 14 horas. Este coche eléctrico cuenta con dos tomas de carga, un conector Tipo 2 de siete pines (Mennekes), a cada lado del coche, mientras que la otra es un conector CCS para carga rápida de corriente continua en el lado del conductor.

El Audi e-tron de la prueba tiene un coste de 83.500 euros con el equipamiento elegido.

Fuente | Autocar

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