La NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos) ha recibido una solicitud para investigar a Tesla a raíz de las actualizaciones de software 2019.16.1 y 2019.16.2, las cuales limitaron la capacidad de la batería (y por lo tanto la autonomía) de numerosas unidades del Model S. Algunos afectados sospechan que dichas actualizaciones se realizaron para atajar los problemas de riesgo de incendio de ciertos modelos.
La investigación ha sido solicitada por Edward C. Chen, abogado de David Rassmussen, uno de los propietarios afectados. «El patrón de los hechos para la mayoría, si no todos, de los propietarios afectados es el mismo, y comienza a finales de mayo de 2019, o alrededor, cuando Tesla emitió sus actualizaciones de software 2019.16.1. y 2019.16.2.
La mayoría de los propietarios, poco después de actualizar sus automóviles, descubrieron que habían sufrido una disminución repentina y significativa en la autonomía disponible. En promedio, los propietarios afectados informaron haber perdido entre 40 km y 50 km, con 80 km de pérdida de rango en el extremo superior del espectro«.
De acuerdo con el abogado, hay evidencias que sugieren que Tesla lanzó estas actualizaciones para atajar el número creciente de incendios en sus vehículos. La firma sin embargo afirma que su objetivo era simplemente mejorar la longevidad de los packs de baterías, algo que no parece convencer a Chen. «Se cree que Tesla ha alterado el rendimiento y las capacidades de carga de estas baterías para evitar posibles incendios. Y para evitar tener que reemplazar dichas baterías en garantía».
La mayoría de vehículos afectados serían unidades antiguas del Model S. «Aquí, Tesla está utilizando actualizaciones de software vía OTA para enmascarar y encubrir un problema potencialmente extendido y peligroso con las baterías de sus vehículos». La NHTSA todavía no ha confirmado si investigará la situación, pues actualmente se encuentra estudiando todos los datos aportados por los afectados.
En caso de que se llegue a demostrar que realmente Tesla ocultó un potencial riesgo de incendio en las primeras unidades del Model S, ¿cuáles serían las consecuencias? Es posible que la NHTSA llegara a obligar a la compañía a retirar los vehículos afectados de la circulación, teniendo que reemplazar sus baterías por otras más modernas que no adolezcan de dicho problema. Esto podría traducirse en unas cuantiosas pérdidas económicas para la empresa. Además, la confianza de los consumidores y la imagen de la compañía también se verían afectadas.
Fuente | FoxBusiness
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