Skoda ha presentado recientemente su primer coche eléctrico de producción, el CITIGOe iV. Este urbano del segmento A cuenta con un motor de 82 cv (61 kW) de potencia y 210 Nm de par, así como con una batería de 36,8 kWh que le dará una autonomía de 265 km WLTP. Dispondrá de carga a 7,2 kW de potencia en corriente alterna (cuatro horas para cargar al 80%), y de carga rápida en corriente continua opcional a 40 kW (60 minutos para cargar al 80%).
Aunque este modelo es una interesante propuesta de acceso (más si tenemos en cuenta que tendrá un precio de partida inferior a los 20.000 euros antes de ayudas), lo cierto es que quedará lejos de los modelos más punteros del mercado en aspectos como las prestaciones o la autonomía. Por ello, Skoda ya ha comenzado a probar su primer coche eléctrico basado en la plataforma modular MEB de Volkswagen, el cual irá un paso más allá que su hermano menor.
Este vehículo se basará en el diseño del prototipo Vision iV Concept, y será un SUV del segmento D derivado del Volkswagen ID.4X. Además, el modelo también compartirá estructura con el Audi Q4 e-tron y el SEAT/CUPRA Tavascan. Al igual que el resto de sus hermanos de grupo, el Skoda Vision iV de producción verá la luz el año que viene, con una puesta a la venta prevista para principios de 2021.
Skoda ya trabaja en su primer SUV eléctrico que llegará en 2020
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— motor.es (@motorpuntoes) October 16, 2019
Ahora, unos fotógrafos han avistado una mula de pruebas del nuevo modelo, el cual se camufla bajo la carrocería de un Volkswagen Tiguan muy modificado (entre otros cambios, destacan tanto las puertas alargadas como el pack de baterías bajo el piso, perfectamente visible en las instantáneas). El modelo está siendo puesto a punto en el circuito alemán de Nürburgring.
El vehículo se ofrecerá con dos carrocerías: una convencional enfocada a maximizar el espacio interior, y otra con una estética coupé que podría bautizarse como «GT». Esta última variante contará con una caída del techo más pronunciada, lo que le dará un aspecto más deportivo y probablemente un coeficiente aerodinámico mejor, lo que se traducirá en una autonomía ligeramente superior a la de la versión convencional.
En un principio, el Skoda Vision iV se venderá con baterías de 58 kWh y 77 kWh, ambas refrigeradas por líquido. Con la más capaz de las dos podrá alcanzar los 500 km de autonomía bajo el ciclo de homologación WLTP. Además, contará con versiones dotadas de tracción trasera y tracción total. En cuanto a la carga, podrá llegar a potencias de 125 kW en corriente continua (formato CCS Combo 2).
Fuente | Motor.es
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