Los grandes grupos están inmersos en una difícil situación. Por un lado están los vehículos con motor de combustión, todavía en buenas cifras al menos a nivel económico, y por el otro la necesidad de afrontar una una transición hacia las formas de movilidad sostenible que algunos pronostican será más rápida de lo esperado. Algo que ha provocado que las inversiones en nuevas tecnologías se hayan acelerado de forma sustancial en los últimos años, lo que amenaza con desdibujar los balances futuros. Es por eso que nombres como Audi, y ahora el grupo Daimler, han anunciado importantes planes de adelgazamiento de sus plantillas para afrontar la transición hacía las nuevas formas de movilidad.
Daimler ha confirmado que entre 2019 y 2022 reducirá su plantilla en 10.000 trabajadores. Algo que achacan a los esfuerzos económicos que supondrá el crear una gama de coches eléctricos, y también desarrollar toda la infraestructura necesaria para su producción y venta que esperan suponga una inversión de decenas de miles de millones en los próximos ejercicios.
Este movimiento es la última señal del cambio brusco al que se enfrenta la industria automotriz europea que tendrá que dejar atrás a los rentables modelos con motor de combustión, dando paso a los nuevos vehículos eléctricos a batería. Al mismo tiempo, las ventas de los modelos diésel se han desplomado después de los escándalos de las emisiones, que se suma al fuerte frenazo sufrido por el hasta ahora insaciable mercado chino.
Y es que los fabricantes se enfrentan a un escenario muy preocupante. A la caída de ventas de coches diésel, se suma el incremento de las ventas de SUV y de modelos gasolina. Algo que ha provocado un importante incremento de las emisiones de CO2 justo en un momento donde Europa comenzará a imponer fuertes sanciones a los que se pasen de los límites. Algo que está teniendo consecuencias además del movimiento de Daimler, también de otras marcas como Audi, que el martes indicaba que recortaría hasta 9.500 puestos de trabajo en sus fábricas alemanas para 2025, todo en un plan de ahorro valorado en 6.000 millones de euros. para ahorrar. En marzo, Volkswagen dijo que planeaba recortar en 7,000 empleos para lograr un ahorro de 5.900 millones de euros, mientras que BMW está planeando adelgazar su plantilla en 6.000 puestos en los próximos 3 años.
En el caso de Daimler estos han señalado directamente la causa de estos movimientos. En una nota de prensa ha indicado que «La industria del automóvil está en medio de la mayor transformación de su historia. El desarrollo hacia la movilidad neutra en CO2 requiere grandes inversiones”.
Una Mercedes que a pesar de ser de los pioneros en el lanzamiento de modelos eléctricos, no ha logrado mantener el ritmo y se ha ido dejando llevar al calor de los pingues beneficios de los SUV diésel. Un tiempo de descanso que ahora tendrá que recuperar con creces, y es que a finales de 2019 apenas cuenta con un único modelo a la venta, el EQC, al que podemos sumar los modelos de Smart, también del grupo Daimler, y que ahora tendrá como consecuencia un doloroso proceso de modernización para adaptar su gama y sus fábricas a las nuevas tecnologías.
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Vía | The Guardian
