En los últimos años hemos vivido con la amenaza latente de la llegada de los coches eléctricos chinos. Una preocupante posibilidad a la vista de la tremenda debilidad general del mercado local, cuyas marcas han estado centradas casi en exclusiva en sus modelos diésel y gasolina. Pero ahora ha llegado el final de la espera, y el primer coche eléctrico chino en llegar a Europa ha salido de las islas británica y ya ha tocado continente.
Su primer destino será Noruega. Como suele ser habitual el fabricante asiático arrancará sus entregas en uno de los mercados clave del coche eléctrico, donde con poco esfuerzo puede colocar las unidades disponibles.
Los primeros 200 MG ZS han llegado hace pocas horas al puerto noruego de Drammen, en un primer envío que permitirá cumplir con el objetivo de iniciar las entregas el próximo 2 de febrero, y además poner en marcha la fase de pruebas dinámicas a los clientes que desde esta misma semana podrán comenzar a solicitar los test.
La propuesta del ZS se sustenta en ofrecer un vehículo con un diseño europeo y un modelo de un tamaño algo más pequeño que un Nissan Qashqai. Cuenta con un cuerpo de 4.31 metros de largo, 1.80 de ancho y 1.64 de alto. El maletero tiene una capacidad de 448 litros de volumen, por lo que hablamos de un modelo compacto, pero familiar.
Cuenta con un motor eléctrico con una potencia de 143 CV, y que se alimenta de una batería fabricada por la también china CATL, con 44.5 kWh y refrigerada por líquido. Un pack que le permite contar con una autonomía de 263 kilómetros (WLTP) que podrá recuperar gracias a su toma de carga rápida de 80 kW, que le permitirá lograr el 80% en 34 minutos. Completan la oferta una dotación de seguridad a la altura del mercado europeo, donde ha logrado las cinco estrellas euroNCAP.
Un modelo que tendrá un envidiable precio de 23.800 euros al cambio, por supuesto teniendo en cuenta la exención de impuestos que disfrutan los coches eléctricos en Noruega, pero que en otros mercados, como Reino Unidos, ha logrado mantenerse por debajo de los 30.000 euros antes de ayudas.
Ahora veremos la velocidad de expansión de un modelo que tiene la dificultad de no contar con una red de distribución en Europa, y que depende de empresas importadoras. Una empresa que en el caso de Noruega ha sido Norwegian Mobility Group, especializada en la importación de coches al mercado nórdico y que hasta ahora contaba entre sus filas con una Subaru que ha visto recortar sus entregas en este mercado un 50%, lo que ha llevado al importador a buscar una alternativa eléctrica que al principio esperaban fuese BYD, pero que finalmente se ha confirmado será MG.
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