Hace unas horas el fabricante británico Jaguar ha confirmado que tendrá que parar la producción de su eléctrico i-Pace en la planta de Magna en Austria, todo por culpa de la falta de suministro de baterías por parte de la coreana LG.
El i-Pace se ha convertido en el primer coche eléctrico de Jaguar, y el pasado año en su primer ejercicio en el mercado logró entregar un total de 18.000 unidades. Pero al parecer al i-Pace no es inmune a los problemas de suministro de baterías que amenaza con convertirse en un grave cuello de botella para las marcas más dependientes de las entregas de los fabricantes asiáticos.
Es el caso de la propia Jaguar, que ha sido una de las últimas en llegar al mercado, y que ahora está sufriendo en sus pieles el tener que repartir un número de baterías que a pesar de crecer, lo hacer por debajo de la demanda. Algo que supondrá que al menos durante una semana las líneas de producción del i-Pace estén paradas a la espera de la llegada de más baterías.
Uno de los problemas es que la ampliación de la producción de LG en Polonia todavía está en fase de construcción y este año su producción no llegará a los 80.000 packs. Una cifra que se suma a los 100.000 que tiene la actual planta ya en marcha, y que LG tendrá que repartir entre su amplia cartera de clientes, entre los que tienen preferencia las marcas con los contratos más antiguos, como Renault que espera este año vender entre 80.000 y 100.000 unidades del propio ZOE este año, a lo que debemos sumar los packs para la Kangoo ZE y la Master ZE. Nombres a los que este año se añadirá Volkswagen con su ID.3, y el nuevo e-Up y sus hermanos gemelos de SEAT y Skoda.
No será hasta 2021 que LG logre que su planta de Polonia logre alcanzar los 300.000 packs anuales. Una cifra que ya a día de hoy parece quedarse muy corta a la vista de la explosión de la oferta y la demanda.
Una situación realmente preocupante para aquellas marcas que no han logrado asegurarse un suministro fiable de baterías, que pueden ver como este año las paradas en la producción se tienen que realizar más frecuentemente de lo esperado, con el impacto que eso puede tener en las expectativas de ventas, y sobre todo en el CO2 que esperaban reducir de sus gamas gracias a los eléctricos.
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Vía | The Times