Son cada vez más los estados que buscan nuevas formas de reducir las emisiones contaminantes dentro de sus ciudades. Después de lograr que el transporte personal y público comenzase la transición hacia la electricidad, ahora trabajan en lograr seguir la misma ruta con otros sectores, como el de la construcción. Un sector que es culpable de una buena parte de las emisiones en algunas ciudades europeas, y que ahora están viendo como la llegada de alternativas eléctricas como las excavadoras permitirá también electrificar este campo.
En Oslo ha comenzado un proyecto para transformar la flota de la maquinaria de las obras en sus calles. Estas son el responsable del 21% de las emisiones de CO2 dentro de la zona urbana, lo que ha permitido convertir a la capital noruega en uno de los puntos de partida para la implantación de los nuevos vehículos eléctricos, como la excavadora de la suiza Suncar.
Se trata del modelo Suncar ZE85, y a primera vista parece una excavadora normal y corriente. Pero esta funciona totalmente con electricidad y además cuenta con un avanzado sistema eléctrico de 800V que le permite trabajar de forma continuada durante 4 horas antes de necesitar una carga gracias a su batería de 100 kWh.
Una carga que realizará mediante su puerto CCS Combo. De serie este podrá alcanzar una potencia de 44 kW, que necesitará dos horas y media para alcanzar el 100% de carga. De forma opcional podrá montar un sistema de 100 kW, capaz de reducir el tiempo a apenas una hora. Un cargador que podrá realizar recargas a potencias empezando en los 16 amperios, lo que facilitará la operación de recuperar la energía en prácticamente cualquier lugar durante las noches.
El motor cuenta con una potencia nominal de 42 kW, monta una pala con un alcance de 6.92 metros, capaz de llegar a profundidades de 4.61 metros, y hasta 5.51 metros de altura. Además su cualidad de emitir menos contaminación se extiende también al ruido, que gracias a su motor eléctrico es mucho menor que un modelo convencional, lo que permite extender el uso de la misma incluso en las horas donde un modelo diésel sería muy molesto para los vecinos, y además lográndolo con un coste operativo mucho menor que un modelo de combustión similar.
Una herramienta que se está transformando en una alternativa fundamental en algunos lugares que están comenzando a limitar el uso de este tipo de vehículos según la concentración de emisiones contaminantes en sus ciudades, y como ejemplo lo sucedido el pasado 18 de marzo cuando miles de obras se han tenido que paralizar en los Países Bajos por culpa de las elevadas cifras de contaminación, y donde las obras donde se usaba maquinaria eléctrica ha podido continuar con sus trabajos.
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Fuente | Suncar
