El pasado mes de febrero publicábamos el rumor de que Tesla estaba trabajando en lanzar una versión económica del Model 3 en China, usando las batería de litio-ferrofosfato (LiFePO4). Algo que en la práctica supondría poner en el mercado unidades de acceso en torno al 25% más económicas. Ahora sabemos que Tesla ya está comenzando el proceso burocrático para poder utilizar este tipo de baterías en sus coches.
Se trataría de un importante cambio la química que lleva el Model 3 en el mercado chino, y que permitirá ampliar la oferta con variantes de acceso que luchen de tu a tu con los modelos locales.
Según informan la página del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China, Tesla ha presentado la solicitud para la aprobación del gobierno de cara a recibir el permiso pertinente para poder comenzar la producción de forma inmediata de las unidades dotadas de baterías LFP.
Estas baterías según los rumores, sin confirmar de forma oficial, procederían del fabricante local CATL, que ya tendría lista una tecnología que entre otros aspectos prescinde del costoso cobalto, para dar como resultado un pack con un nivel de densidad energética elevado para este tipo de química, y además con un precio que se situarían por debajo de los 100 dólares el kWh en pack. Algo que sobre el papel permitiría igualar los costes de producción respecto a los vehículos gasolina.
De esta manera Tesla contaría con hasta tres suministradores diferentes para su fábrica de Shanghái. Tanto sus socios de Panasonic, como la coreana LG, a la que ahora se sumaría CATL.
El objetivo es no sólo tener una variante más económica, sino asegurarse de que la expansión de la producción se acompañe del suficiente volumen de baterías para no sufrir un cuello de botella en su objetivo de llegar a una producción de 150.000 unidades este año en China, y acercarse en la medida de lo posible a las 400.000 o 450.000 unidades que espera alcanzar Tesla este año entre todas sus fábricas, a pesar del frenazo provocado por la epidemia.
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