Nikola acaba de recibir un pedido de 2.500 camiones de basura eléctricos para Republic Services, una de las empresas de recogida de residuos más importantes de Estados Unidos. Además, el trato contempla la opción de incrementar el encargo hasta un máximo de 5.000 unidades, lo que constituye el pedido individual más grande jamás realizado por la industria de gestión de residuos.
Los camiones entregados se denominará Nikola Refuse y derivarán del Nikola Tre, un camión eléctrico que la firma está desarrollando especialmente para Europa. El Refuse ofrecerá una autonomía de hasta 240 km gracias a sus enormes baterías de 720 kWh de capacidad, mientras que su potencia máxima rondará los 1.000 CV.
Al compartir plataforma con el Tre, Nikola reducirá el coste de desarrollo de ambos proyectos, reutilizando gran parte de las piezas de un modelo en otro. Por otro lado, gracias a su elevada potencia la compañía estima que tendrá unas prestaciones superiores a las de modelos equivalentes dotados de motores diésel o a gas natural.
Nikola calcula que las pruebas en carretera abierta del Refuse comenzarán a principios de 2022, mientras que la producción en serie y las primeras entregas tendrán lugar en 2023. El Tre por su parte comenzará a fabricarse en 2021, lo que sobre el papel debería permitir agilizar el desarrollo de su hermano. El director ejecutivo de Nikola, Mark Russell, ha declarado lo siguiente respecto a este enorme pedido:
«Esto es un cambio de juego. Los clientes de camiones de basura siempre han pedido el chasis al fabricante de camiones y la carrocería a otros proveedores. Nikola ha integrado completamente el chasis y la carrocería, cubriendo ambos con una única garantía de fábrica. Los camiones incluirán tanto cargadores [de basura] laterales como frontales».
Actualmente, marcas como Volvo Trucks, Renault Trucks, Mercedes-Benz o Mack ya venden camiones de basura eléctricos, por lo que la recién llegada no estará sola en este sector de gran proyección (debido a su naturaleza, los camiones de recogida de residuos son los candidatos ideales para electrificarse, lo que permitirá reducir sus costes operativos y la contaminación acústica de las ciudades por la noche).
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