En la actualidad son muchos los fabricantes que ofrecen sistemas de ayuda a la conducción, lo que ha permitido incrementar de forma notable la seguridad de estos vehículos. Una tecnología que no para de evolucionar pero que por desgracia va por delante de una legislación que no se está adaptando a los nuevos tiempos. Ahora desde Reino Unido han confirmado el inicio de los trabajos para desarrollar una legislación que permita en la práctica la puesta en marcha de vehículos con sistema autopilotados donde el conductor podrá soltar el volante.
Según el texto del anuncio, esta tecnología está diseñada para permitir a los conductores, por primera vez, delegar la tarea de conducir al vehículo. Cuando se activa, el sistema mantiene el vehículo dentro de su carril, controlando sus movimientos durante largos períodos de tiempo sin que el conductor tenga que hacer nada. El conductor debe estar listo y ser capaz de retomar el control de conducción cuando se lo indique el vehículo.
Uno de los puntos más polémicos es de quién será la responsabilidad del funcionamiento de la tecnología. El gobierno de Reino Unido quiere hablar con los diferentes sectores involucrados para identificar qué pasará si llegado el momento hay un accidente con el sistema de ayuda activado, y ver si el responsable será el conductor o el proveedor del sistema. Algo que puede suponer la diferencia entre la expansión rápida o lenta de este tipo de sistemas, ya que en la práctica seguro que ningún fabricante optará por cargar con la responsabilidad en caso de accidente.
Pero de fondo hay una cuestión de seguridad en la carretera que debería allanar el camino de la llegada de esta nueva legislación que permitirá poner en la carretera coches capaces de mantenerse en su carril y mantener las distancias con los coches que le preceden, y hasta una velocidad máxima de 110 km/h, la máxima en las autovías británicas.
Según el Ministro de Transporte de Reino Unido «Las tecnologías de ayuda a la conducción, como el sistema de mantenimiento dentro del carril, cambiarán la vida, harán que nuestros viajes sean más seguros y cómodos que nunca y ayudarán a prevenir unos 47.000 accidentes graves y salvarán 3.900 vidas durante la próxima década.»
Una legislación que esperan tener lista para 2021, coincidiendo con la llegada de los nuevos vehículos dotados de un nivel 3 de autonomía, que serán los que podrán ofrecer un rendimiento suficiente como para permitir que el conductor no preste atención a la carretera, y simplemente tendrá que estar correctamente sentado en su asiento listo para tomar el control si es necesario.
Algo que supondrá cambios en la legislación y el Código de Carreteras, que esperan tener preparado para finales de este año cuando tendrá que ser revisado por un grupo de expertos que podrán dar forma al primer código público en Europa que contemple los coches autónomos dentro de sus parámetros.
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Fuente | Gov.uk