De un tiempo a esta parte, Sandy Munro, propietario de la empresa de análisis de manufactura Munro and Associates, se ha vuelto muy popular dentro de la comunidad Tesla debido a sus análisis de modelos de la compañía americana, tanto por sus críticas a la calidad constructiva de los vehículos como por sus alabanzas a las avanzadas soluciones técnicas que emplean.
Ahora, el ingeniero ha vuelto a dar que hablar en el canal de YouTube E for Electric, en el que ha afirmado que el taller de pintura de la fábrica de Fremont es «un pedazo de basura», haciendo referencia a los numerosos problemas de pintura presentes en los Model 3 y Model Y (aunque los Model S y Model X también los sufren).
De hecho, Munro cita el despiece que realizó hace año y medio de un Model S, modelo que lleva en producción ininterrumpida desde 2012… y que todavía presenta fallos constructivos que deberían haberse solucionado «hace eones». Los nuevos lanzamientos tampoco están exentos de fallos de este tipo; de hecho, algunos usuarios se han quejado de que sus nuevos Model Y acumulan agua en las puertas traseras.
De acuerdo con Munro, posiblemente los vehículos fabricados por Tesla en la nueva factoría Giga Austin mejoren enormemente la calidad exhibida por las unidades producidas en Fremont; de hecho, los Model 3 de Giga Shanghai aparentemente tienen unos acabados notablemente superiores a los de sus hermanos californianos.
Munro afirma que actualmente Tesla no está viendo que estos problemas afecten a su reputación debido a que sus actuales clientes hacen la «vista gorda» y prefieren centrarse en los numerosos avances técnicos de sus vehículos; sin embargo, si la empresa quiere expandirse, tendrá que mejorar su calidad constructiva para aquellos compradores que no son «fans» de la marca, sino simples clientes buscando un coche que les resulte satisfactorio a todos los niveles.
El ingeniero va incluso más allá y especula con la posibilidad de que si finalmente los vehículos fabricados en Giga Austin resultan tener una calidad constructiva muy superior a los de Fremont, esta última planta podría incluso llegar a cerrar, una amenaza que Elon Musk ha lanzado en varias ocasiones a pesar de que Tesla pudo florecer en su momento gracias al apoyo de los clientes y las autoridades de California.
Relacionadas | La guerra de Tesla contra las actualizaciones de terceras empresas de su software
