El sector de las berlinas está en decadencia, y los fabricantes son conscientes de ello. Muy afectadas por el auge de los SUV, este tipo de carrocerías poco a poco están siendo abandonadas por las marcas. Ahora le ha tocado el turno al Grupo Volkswagen, que realizará un importante recorte en su oferta de sedanes en los próximos años.
Mientras que el Passat estadounidense morirá sin relevo en 2023, el modelo europeo perderá su carrocería sedán, reduciéndose su oferta exclusivamente a la versión familiar Variant en su próxima generación. Algo similar ocurrirá con la berlina deportiva Arteon, que dejará de comercializarse en los próximos años sin un sucesor directo.
Esta decisión se debe principalmente a que en el mercado europeo la mayoría de los Passat vendidos tienen carrocería familiar. Sin embargo, Volkswagen no dejará de tener un sedán en el segmento D, pues los Passat y Arteon serán sustituidos por una berlina eléctrica de nombre en clave Aero B (su denominación definitiva debería ser ID.5).
Este vehículo se ofrecerá tanto con carrocería sedán como familiar (Shooting Brake), y llegará al mercado europeo en 2025. Estéticamente derivará de los prototipos ID. Vizzion e ID. Space Vizzion, y se fabricará en la planta alemana de Emden en la que actualmente se produce el Passat (el cual se trasladará a Bratislava, donde ya se produce el Skoda Superb).
Ralf Brandstätter, director ejecutivo de la marca Volkswagen, confirmó recientemente que este modelo tendrá una autonomía de unos 700 km WLTP, algo que será posible gracias a una aerodinámica muy trabajada. Aunque el ID.5 hará uso de la plataforma modular MEB (ya vista en los ID.3 e ID.4), incorporará mejoras notables en aspectos como las prestaciones o la carga.
En palabras de Brandstätter, el Aero B tendrá un espacio interior equivalente al del desaparecido Phaeton, la antigua berlina de representación (segmento F) del Grupo Volkswagen. Con el lanzamiento del Aero B o ID.5, se constatará una realidad que algunos aficionados todavía se resisten a creer: la paulatina desaparición de modelos míticos como el Passat en favor de la nueva gama ID. Este movimiento terminará afectando incluso a los dos pilares de Volkswagen en Europa, los Polo y Golf, que terminarán cediendo su lugar a los ID.1 e ID.3 respectivamente.
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