Así se prueban las emisiones electromagnéticas de un coche eléctrico. El ejemplo de Rimac (vídeo)
Un nuevo superdeportivo, totalmente eléctrico como será tradición en pocos años, está a punto de llegar a las manos de sus afortunados propietarios en 2021. El Rimac C_Two está pasando estos días las pruebas finales con las que obtendrá su certificación final antes de llegar al mercado.
Un coche eléctrico, como todos los dispositivos electrónicos, produce emisiones electromagnéticas que son susceptible de interferir con los otros aparatos de todo tipo que constituyen el entorno de cualquier población.
Los vehículos eléctricos producen bastantes más emisiones electromagnéticas (EMI) que los coches de combustión interna (ICE). Por este motivo empresas como MedTronic, fabricante de implantes y marcapasos recomienda estar a más de medio metro de distancia de fuentes de corriente intensas o, incluso, un motor de grandes dimensiones. La sensibilidad de estos elementos requiere ciertas medidas de prevención, como no pasar por los detectores de metales en los aeropuertos, etc.. De todos modos, los vehículos no producen suficientes emisiones electromagnéticas como para poner en peligro a estos dispositivos. Para verificar que las EMI entran dentro de los parámetros de seguridad, son necesarias estas pruebas de homologación.
La pruebas de verificación son obligatorias para todos los vehículos automóviles, puesto que no deseamos que nuestro teléfono deje de funcionar en un atasco, como consecuencia de una interferencia electromagnética producida por el coche que nos precede, o bien que los semáforos de una ciudad no enloquezcan al paso de determinados elementos.
Rimac ha aprovechado la homologación de su nuevo superdeportivo para ilustrar el proceso de pruebas que verifican el cumplimiento de la norma de la Unión Europea: ECE R10.
Las pruebas se realizan dentro de una cámara semianecoica donde se consigue eliminar cualquier emisión externa, lo que permite aislar las emanadas del vehículo examinado. Este se conduce sobre el banco de pruebas a determinada velocidad, mientras se somete a radiaciones de entre 20 MHz a 20 GHz. Durante la evaluación se examina la climatización del coche eléctrico, luces, limpiaparabrisas y otros componentes.
En enero de 2020 se publicó un estudio donde se analizaban las interferencias electromagnéticas producidas por los coches eléctricos. El resultado de la investigación del Technical University of Munich, indicaba que estas no eran altas durante la conducción del vehículo.
El estudio concluyó que las emisiones electromagnéticas se hacían más intensas durante los procesos de carga rápida con cargadores de alta potencia. “Los resultados sugieren que los autos eléctricos actuales son seguros para los pacientes con CIED y no se requieren restricciones para viajar en ellos”. La recomendación aportada por el estudio recomendaba: «se requiere vigilancia para monitorear eventos raros, especialmente asociados con la carga del vehículo y la tecnología de supercargador«.