Tras el Model Y, Tesla también actualiza el habitáculo del Model 3

Hace unos meses, el Tesla Model 3 recibió su primer restyling. Por fuera, los cambios se centraron en unas ópticas de nuevo diseño, la eliminación de los cromados de la carrocería y la adición de unas llantas ligeramente actualizadas (tanto las Aero de 18 pulgadas como las Sport de 19 pulgadas sufrieron pequeñas variaciones casi imperceptibles).

El interior del modelo fue sin embargo el que más modificaciones sufrió, siendo la más llamativa la nueva consola central: su terminación en negro piano dio paso a unos acabados en gris mate, el hueco portaobjetos pasó a tener la tapa deslizante en lugar de batiente, los laterales recibieron un material acolchado, y el cargador inalámbrico para smartphones se añadió al equipamiento de serie junto con las tomas USB-C.

Además, Tesla también implementó otras mejoras menos evidentes, comenzando por la inclusión de la bomba de calor ya vista en el Model Y, un elemento que sobre el papel debería ayudar a mejorar la eficiencia del sistema de calefacción del Model 3… a cambio de reducir ligeramente el tamaño del frunk (maletero delantero).

Por otro lado, las ventanillas laterales pasaron a ser laminadas, una solución que buscaba mejorar el asilamiento térmico y acústico del habitáculo. La tapa del maletero trasero por su parte se motorizó, con apertura y cierre automáticos y una práctica función memoria capaz de limitar la altura máxima para no golpear techos bajos.

Ahora, el Model 3 fabricado en Giga Shanghái (China) ha recibido dos nuevas modificaciones que permiten completar la importante actualización lanzada hace unos meses. Por un lado, los paneles de las puertas delanteras han recibido un nuevo diseño que incluye una inserción realizada en el mismo material que la moldura del salpicadero.

Por otro, el volante ha pasado a ser calefactado en las versiones Performance, un equipamiento que los usuarios llevaban mucho tiempo demandando y que será especialmente útil en regiones frías. A pesar de que estos dos cambios, que ya se vieron hace unos días en el Model Y, no son de gran calado, permiten al Model 3 recortar distancias con rivales de corte lujoso como el Polestar 2.

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