Ayer podíamos leer en algunos medios españoles la noticia de que Alemania había impuesto la prohibición a los coches eléctricos de aparcar en los estacionamientos subterráneos por riesgo de incendio. Una noticia que ha corrido como la pólvora pero que por suerte no es cierta.
La historia tiene su origen en un parking de la ciudad alemana de Kulmbach, Baviera, donde en septiembre de 2020 una unidad de un Volkswagen Golf con motor de combustión sufrió un incendio espontáneo, que provocó cuantiosos daños materiales valorados en 200.000 euros. Por suerte un incidente saldado sin daños personales.
Pero una vez solucionados los desperfectos y reabierto el parking, los usuarios se llevaron una monumental sorpresa al ver que se había prohibido el acceso a coches eléctricos, una prohibición que se ha extendido también a los híbridos.
Desde la dirección del parking han explicado su decisión como una medida de precaución debido al peligro que indican, supone el incendio difícil de apagar de un coche eléctrico, que puede afectar al hormigón armado. Un material que puede resistir el calor durante un cierto período de tiempo, pero que si se ve expuesto a demasiado calor podría estallar, derretir el hierro y hacer colapsar la estructura.
Sin embargo, está sobre la mesa el debate de hasta qué punto la decisión de la empresa está justificada. Según la Asociación para la Promoción de la Protección contra Incendios Alemana (VFDB), tales incendios [en los vehículos eléctricos] suponen un «potencial de riesgo considerable» y deben ser mejor investigados . Sin embargo, la Asociación de Bomberos de Alemania (DFV) no ve ninguna razón para una prohibición general de estacionamiento de coche eléctricos en garajes subterráneos. Algo que extienden a su recarga, que indican tampoco es problemática. «Desde la perspectiva actual, los cargadores certificados también pueden instalarse sin problemas en los garajes subterráneos como un componente necesario de la operación y el estacionamiento de vehículos«.
Detrás de todo esto está la dificultad para apagar el fuego de un coche eléctrico, y sobre todo la poca experiencia en su tratamiento. Según explica Michael Kuhnlein, de la oficina de ingeniería civil de Kulmbach, «en muchos casos no se pueden apagar esos vehículos, tienen que dejarlos quemar. El aparcamiento subterráneo tampoco es lo suficientemente alto como para sacar coches en llamas con equipo pesado.«
Los bomberos holandeses incluso han desarrollado un contenedor donde introducen el vehículo incendiado para hundirlo y dejar que los líquidos terminen por apagar el incendio. Pero este contenedor no entra en muchos estacionamientos por lo que es difícil su aplicación en algunos casos.
Una solución extrema que no es siempre necesaria, ya que como los propios expertos indican, el fuego en la batería de un vehículo eléctrico puede apagarse con agua, para retirarlo del estacionamiento y tratar el problema en un lugar más seguro.
También existen las mantas térmicas, que incluso se han probado con algunos coches eléctricos y que a primera vista parecen ofrecer un resultado muy interesante para apagar la parte más intensa del fuego.
La conclusión es que realmente no se ha prohibido el estacionamiento de coches eléctricos en los parkings de Alemania, sino que ha sido un único emplazamiento el que ha tomado la decisión.
Algo que no atiende a la realidad técnica, principalmente por que estos se han demostrado como más seguros en este aspecto que los diésel, y mucho más que los gasolina. Algo que en su momento ha certificado la agencia Dekra, que ha realizado diferentes test donde se ha puesto a prueba a estos vehículos con la conclusión de que «incluso en caso de incendio, los eléctricos no presenta mayor peligro que los vehículos de propulsión convencional«.
Y por supuesto, nos queda la conclusión final de que la decisión es bastante absurda si tenemos en cuenta que el incendio no lo ha provocado un coche eléctrico, sino un modelo con motor de combustión. Sin duda el punto más importante de todos.