Cuando el grupo Volkswagen diseño el ID.4 lo hizo con un ojo puesto en los Estados Unidos, mercado donde el grupo alemán debutará con un coche eléctrico por primera vez, tras presentar y vender en Europa el ID.3, el hermano pequeño del nuevo SUV 100% eléctrico.
El ID.4 es un vehículo de mayores dimensiones respecto al compacto ID.3 pero sin llegar a ser un SUV de gran tamaño, buscando un equilibrio entre el gusto europeo y las necesidades de espacio del cliente estadounidense.
Este coche derivado de la plataforma pensada y diseñada sólo para coches eléctricos, llega a los mercados sin marcar récords de aceleración al estilo Tesla, caracterizado por un interior simple y básico que busca el sentido práctico y la digitalización.
A pesar de que el aspecto de software es la pieza más débil de este coche y toda ala gama ID.x, en general, Volkswagen está tratando de solucionar los múltiples problemas de su sistema operario y servicios digitales, para competir con los líderes del sector.
Un interior neutro para llegar a más personas
En interior de este coche, pretende no sorprender ni desencantar a nadie a pesar del uso de unos materiales que, en el caso del ID.3, no denotan un impacto por su atractivo debido al uso prominente de plásticos duros de estética bastante básica.
De nuevo, el ID.4 pretende ser un coche generalista más que colocarse en un nicho particular que frene su expansión a lo largo y ancho de un mercado que busca otro tipo de automóviles, donde la marca alemana pretende vender 100.000 unidades, este mismo año.
El SUV de Volkswagen, ofrece a priori una autonomía decente para el uso cotidiano que, en los Estados Unidos, además disfrutará de carga gratuita durante tres años en la red Electrify America (financiada por VW).
Este hecho puede hacer saltar a un gran número de potenciales clientes a bordo de un coche que les permita la transición al coche eléctrico sin la tan temida ansiedad por la autonomía.
Además, como sucede con gran parte de los propietarios de un coche eléctrico, el Departamento de Energía de los Estados Unidos, ha concluido que más del 80% del tiempo empleado para la carga de los coches eléctricos se realiza en el domicilio de los propietarios.
Precio como mayor atractivo
Pero aparte de las prestaciones, autonomía, u opciones de recarga, la baza para llegar al gran público del Volkswagen ID.4 es su precio.
El SUV más económica con tracción trasera partirá de los 40.000 dólares (33.500 euros) en Estados Unidos. En Alemania la variante Puré Performance (que en lenguaje VW degrada el termino a las versiones más económicas, al contrario que Tesla que usa el término Performance para los modelos con más prestaciones), parte de los 38.450 euros.
El ID.4 en España se puede adquirir desde los 40.935, donde Volkswagen ofrece el Pure Performance, que combina un motor de 170 CV (125 kW) con una batería de 58 kWh (52 kWh útiles), y el Pro Performance, que ofrece un propulsor de 204 CV (150 kW) asociado a un pack de 82 kWh (77 kWh útiles). Ambos modelos únicamente dotados de tracción trasera.