Según el grupo Volkswagen (Volkswagen, Audi, Porsche, Ducati, Skoda, Lamborghini y Bentley, entre otras), la electrificación está adjudicada al mundo de la automoción. «Los motores de combustión morirán. Después de los coches inteligentes, vendrán los barcos inteligentes», dijo Michael Jost, jefe de estrategia del grupo VAG.
Para la mayoría del público en Estados Unidos, las reducidas prestaciones de las baterías son un factor limitante a la hora de decantarse por un barco eléctrico. «Obligaría a ir despacio para ahorrar energía, lo que sería contraproducente», afirman algunos. Algunas compañías estadounidenses ya cuentan en su catálogo con varios modelos eléctricos, pero suelen ser pequeñas embarcaciones destinadas a paseos cortos por la marina a velocidad reducida.
Otros fabricantes como Silent o Serenity han lanzado al mercado pequeños cruceros eléctricos, capaces de recargarse con energía solar.
Otros ejemplos de electrificación dentro del mundo de la navegación vienen desde Noruega, referente mundial dentro de este campo. La empresa Evoy, junto con SFE, BKK, el ayuntamiento de Kinn y el puerto de Fløro, están comenzando a instalar supercargadores de hasta 150kW de potencia. Destinados a suministrar energía a embarcaciones de recreo, previsiblemente se expandirá a otras ciudades como Bergen.
«Aunque lleve algún tiempo hasta que convertirse en mercado de masas, la transición está a la vuelta de la esquina. Necesitamos estaciones de recarga a lo largo de la costa», dice Maria Bos, CEO de Plug.
Trasladándonos al sur de Europa, en Venecia también vemos señales de que las embarcaciones eléctricas están al caer. Se ha completado la instalación del primer punto de recarga, que esperan sea el primer punto de la red de recarga dentro de la ciudad. Empresas de ecotecnología como la startup e-concept, fabricantes de barcos eléctricos como Huracan o E-dyn, baterías Femak o el fabricante de cargadores EDN, están detrás de esta iniciativa.
A lo largo de toda Europa, uno de los principales motivos para la transición a embarcaciones eléctricas es el ambicioso objetivo de reducir un 60% los gases de efecto invernadero para 2050. Para conseguir este objetivo, han surgido proyectos tales como una mini red de 6 embarcaciones eléctricas destinadas a cruzar el canal de Telemark (Noruega). Para ello serán instalados 10 supercargadores a lo largo de la ruta.
Jost ve una rápida evolución en cuanto a electrificación se refiere, junto con la inteligencia artificial. «Un barco inteligente significa que estás en la nube, por lo que puedes actualizar tu software y elevar las prestaciones de tu embarcación cada año», fueron sus palabras.
¿Veremos iniciativas de este estilo en España en los próximos años?
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Fuente | Robb Report