¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

La creciente popularidad del coche eléctrico en las ciudades pone sobre la mesa el debate entre ruido y seguridad

Hyperloop, trenes propulsados por hidrógeno, taxis aéreos… A medida que avanza el siglo XXI, la forma de transportarse entre A y B cambia con mucha rapidez, como consecuencia de los diversos avances tecnológicos. Aunque es posible que las tecnologías mas innovadoras aún no estén listas para su uso en la sociedad, el germen del cambio ya está sembrado.

En todo el mundo, los gobiernos nacionales y municipales están intentando reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire en las ciudades. Para ello, la gran mayoría recurren (y recurrirán) a una herramienta que está ganando popularidad: los vehículos eléctricos a batería.

Un informe reciente de la Agencia Internacional de la Energía indicó que se registraron aproximadamente 3 millones de coches eléctricos nuevos el año pasado, una cantidad récord que supuso un aumento del 41% en comparación con 2019.

A medida que aumenta el número de vehículos eléctricos en las carreteras del planeta, la sociedad deberá adaptarse, principalmente dentro de las ciudades, terreno en el cual sus beneficios son mayores.

La principal ventaja de una flota 100% libre de emisiones de escape en las ciudades es la enorme mejora en la calidad del aire y su impacto en la salud de las personas. Además de esta ventaja, existe una segunda: el ruido procedente del tráfico rodado. Si bien a velocidades superiores de 30-40 km/h el ruido procedente de un coche eléctrico y de uno térmico es muy similar, no ocurre lo mismo a la hora de callejear.

La movilidad eléctrica supone menos contaminación acústica en las zonas urbanas, algo claramente positivo, pero también plantea un desafío potencial para otros usuarios de las vías públicas, especialmente para aquellos con problemas de visión. «Para las personas ciegas o con problemas visuales, reconocer e identificar el tráfico puede ser realmente difícil», dijo a CNBC Zoe Courtney-Bodgener, miembro del Real Instituto Nacional de Personas Ciegas del Reino Unido.

Courtney-Bodgener explicó que cada vez son más populares los modos de transporte “silenciosos”, incluyendo las bicicletas, los coches híbridos y los eléctricos. «Si no puedes usar siempre la visión para detectar esos vehículos, entonces el sonido es aún más importante.»

En la Unión Europea y el Reino Unido, todos los vehículos eléctricos e híbridos nuevos tendrán que utilizar un sistema de alerta acústica de vehículos (AVAS) a partir del 1 de julio de 2021. Según la regulación, el sistema AVAS se activa y emite sonido cuando la velocidad del vehículo es inferior a 20 kilómetros por hora. A esa velocidad (o a menos), el ruido de rodadura no es lo suficientemente elevado como para poder identificar con claridad un vehículo que se aproxime.

Relacionadas | El servicio de carsharing ZITY añadirá pronto el Dacia Spring a su flota madrileña

Fuente | CNBC

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame