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Renault firma un acuerdo con Vulcan Energy para producir baterías con bajas emisiones

No solo hay que vender coches eléctricos para descarbonizar el automóvil, también hay que eliminar emisiones en toda la cadena de valor. Con el objetivo de que Renault consiga componentes fabricados con menores emisiones, el fabricante se ha asociado con Vulcan Energy Sources. Después del primer acuerdo de agosto, el definitivo quedó firmado el 20 del presente noviembre.

El Grupo Renault comprará a Vulcan entre 26.000 y 32.000 de toneladas de litio «verde», obtenido con procedimientos más sostenibles. Este proveedor europeo utiliza energía geotérmica para transformar el litio extraído de la tierra en litio procesado para usarse en baterías de coches eléctricos. De esta forma, Renault evitará entre 300 y 700 kg de emisiones de CO2 por cada pack de 50 kWh.

En otras palabras, se ahorran las emisiones que produce un turismo normalito (5,3 l/100 km de gasolina o 4,5 l/100 km de gasóleo) entre 2.500 y 5.800 kilómetros recorridos. Este acuerdo de suministro dura seis años y comienza a estar en vigor en 2026. Los precios se basarán en los que haya a mercado entonces, estando Renault obligado a pagarlos sí o sí (contrato take-or-pay).

Renault sigue haciendo los deberes para asegurarse que tendrá baterías suficientes para todos los coches eléctricos e híbridos que pretende vender en los años venideros, y que el 90% de sus ventas de 2030 sean de modelos electrificados. Para ello se ha asociado con las empresas Envision AESC y Verkor, que van a montar dos gigafábricas europeas que suministren celdas de batería a Renault. Y además de asegurarse el suministro, lo hace de la forma más sostenible que se pueda.

Estos movimientos se inscriben en la tendencia creciente de los fabricantes a depender menos de empresas de terceros que les proporcionen las baterías, aumentando el control de toda la cadena de valor, desde la obtención de los minerales hasta el reciclaje de celdas una vez se hayan descartado para cualquier otro uso.

Para volúmenes de producción tirando a modestos lo de externalizar funciona, pero cuando se trata de vender coches eléctricos de forma masiva y ajustando precios, a los fabricantes les merece la pena hacer las cosas por su cuenta. Tesla fue de los primeros fabricantes en abrazar este paradigma con el concepto de gigafactoría de baterías, y si bien sigue dependiendo de empresas externas, su grado de dependencia es menor.

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