Tras el notable impulso que el hidrógeno está viviendo en Europa, se encuentra una basta red de grupos de presión, empresas de comunicación, imagen y relaciones públicas, grandes consultoras, muchas de ellas financiadas por compañías provenientes de la industria del petróleo y del gas.
El Hidrógeno está conquistando a los gobernantes europeos que regaran de inversiones las economías de la Unión, en pos de un futuro que gusta mucho a las industrias relacionadas con los combustible fósiles y la antigua movilidad basada en la quema de estos, que ha generado más de un siglo de problemas de salud y medioambientales, a cambio de un progreso en otras áreas que ahora pueden ser sustituidas pro energías limpias y más sostenibles.
La estrategia de hidrógeno, como la del PERTE del Gobierno de España para el hidrógeno verde no servirá para nada sin una expansión masiva de las renovables, o la del del gobierno del Reino Unido, publicada el pasado mes de agosto, prometen desarrollar un «próspero sector del hidrógeno bajo en carbono como plan clave» de sus iniciativas climáticas.
De hecho, durante la Cumbre de Transición de Hidrógeno organizada en Glasgow, en medio de las recientes conversaciones climáticas de las Naciones Unidas, este combustible protagonizó uno de los espacios más destacados.
Hidrógeno multicolor
Para confundir aún más a una opinión pública que vive en la incertidumbre de hacia dónde dirigir sus comprar e inversiones, a la hora de plantearse su movilidad y los sistemas de energía a utilizar, una nueva lluvia de informaciones envueltas en unas campañas de comunicación y marketing creadas como herramientas para bloquear la transición ecológica, el hidrógeno llega en una gama cromática perfecta para combinar este nuevo elemento de confusión con los gustos del consumidor.
No todo el hidrógeno es igual, y los expertos ambientales están poniendo de manifiesto su preocupación, por el tipo de hidrógeno que se defiende en cada momento, en función de a qué sector de la economía se dirige.
El hidrógeno llega, como las colecciones de moda, en una nueva gama cromática con colores para todos los gustos. Ahora, en función de cómo se produzca el H2 posee un color que ofrecer para que los departamentos de comunicación e imagen hagan su magia, hasta que al igual que con el tabaco, se pida prohibir la publicidad de los combustibles fósiles.
Como si de la trilogía del cineasta Krzysztof Kieslowski se tratara, los colores escenifican un origen del hidrógeno.
Hidrógeno Gris y Azul
Para comenzar, casi todo el hidrógeno creado actualmente con combustibles fósiles es denominado bajo el color «gris«. Pero el denominado H2 «azul» también se deriva del gas natural, pero se combina con el uso de captura y almacenamiento de carbono (CAC), y está siendo fuertemente promovido por la industria del gas como combustible puente hacia un futuro de bajas emisiones.
Este prometedor futuro está siendo puesto en duda por expertos que cuestionan esto, como consecuencia del problema de las fugas de metano, a través del proceso de producción y transporte y las dudas sobre la eficacia de la CAC.
Según este estudio, los académicos Robert Howarth y Mark Jacobson, desde los Estados Unidos de América estiman que las emisiones de carbono del hidrógeno azul son sólo moderadamente más bajas que para el gris. El metano posee una huella climática de «más del 20 por ciento mayor que que quemar gas natural o carbón para calentar«, según los científicos estadounidenses.
Hidrógeno verde
Por su parte, el hidrógeno «verde» se crea, sobre el papel, a partir de electricidad proporcionada por centrales renovables, propiciando un papel clave en la descarbonización de la industria del transporte pesado, la más difícil de electrificar en la actualidad.
Frente a esta idea, muchos expertos coinciden en que sectores como el transporte y la calefacción deben electrificarse tanto como sea posible, en lugar de pasarse al hidrógeno, incluso cuando este se considera verde.
El problema bajo estas consideraciones vienen de la enorme cantidad de energía que la creación del H2 verde necesita, algo que resta energía limpia para la ciudadanía, con el peligro de disparar los precios de la energía.
El mapa de le los lobby del H2 en Europa
Ante esta situación, es importante conocer los peligros y desafíos tras el plan de la Unión Europea para el hidrógeno puede disparar los precios de la energía.
Para comprender cómo ha pasado el hidrógeno de ser una industria bastante oscura, a una parte crítica de los planes ecológicos de la Unión Europea y de España en particular, el portal DeSmog ha elaborado un mapa interactivo «de la extensa red de compañías de combustibles fósiles, asociaciones comerciales, empresas de relaciones públicas y otras organizaciones detrás del impulso por el hidrógeno, que ofrece algunas pistas«.
A continuación se reproduce el mapa del lobby del hidrógeno que DeSmog, de la mano de Gaia Lamperti, ha hecho público recientemente.