Bajo la excusa de la ecología, la industria tradicional corre a reinventar el concepto de combustible, con el lavado de cara que proporciona el término combustibles sintéticos. Pero una incómoda verdad acaba de salir a la luz, gracias as a unas pruebas realizadas con estas ‘revolucionarias’ gasolinas, que han terminado por ser tan nocivas como las de toda la vida.
El trabajo de entes y organizaciones independientes está teniendo resultados demoledores para aquellos que impulsan la reinvención de una tecnología, basándose en los mismo puntos débiles que han provocado procesos destructivos para el medioambiente y efectos devastadores sobre la salud de las personas.
De la mano de un nuevo estudio realizado por la organización sin ánimo de lucro y políticamente independiente, Transport & Environment (T&E), se ha demostrado que los automóviles propulsados por combustible sintético emiten tantos óxidos de nitrógeno venenosos (NOx) como los motores de combustibles fósiles.
Tan peligrosos como los de gasolina de toda la vida
Los combustibles sintéticos que tan de moda están en los últimos meses, son químicamente similares a la gasolina y el gasóleo usado en los diésel. Además son altamente costosos de producir, esto no ha hecho que se promocionen a bombo y platillo por la industria de combustibles fósiles y los proveedores de automóviles, como una forma de prolongar la vida útil del motor de combustión interna más allá de los objetivos de cero emisiones.
Desde la organización Transport & Environment llegan las primeras pruebas que confirman que el uso de combustibles sintéticos, también conocidos como e-fuels, no contribuirán los problemas de calidad del aire en nuestras ciudades, ni las consecuencias para la salud de las personas.
T&E advierte que «un automóvil que funciona con gasolina sintética emite niveles igualmente altos de NOx tóxico que la gasolina estándar E10 de la UE y mucho más monóxido de carbono y amoníaco«, según las últimas pruebas realizadas por la organización de investigación IFP Energies Nouvelles para la organización sin ánimo de lucro.
2 millones de partículas nocivas por Km
Si bien las emisiones de partículas se reducen considerablemente con el cambio de un carburante a otro, aún se termina por emitir más de dos mil millones de partículas por cada kilómetro conducido en un vehículo propulsado por gasolina sintética.
Las pruebas realizadas en laboratorio han comparado las emisiones de un automóvil que utiliza gasolina y tres mezclas diferentes de gasolina sintética.
Sin oxigeno para el corazón y extra de amoniaco para el cáncer
Cuando la gasolina sintética se quema, causa casi tres veces más monóxido de carbono, algo que al ser humano y cualquier otro ser vivo, priva al corazón y al cerebro de oxígeno, en comparación con la gasolina, según T&E.
El automóvil propulsado por e-fuels terminó por emitir hasta dos veces más amoníaco, que puede combinarse con otros compuestos en el aire para formar partículas (PM2.5) para las que no hay un nivel seguro de contaminación.
Los riesgos para la salud de PM2.5 incluyen asma, enfermedades cardíacas y cáncer.
Para la directora sénior de vehículos y movilidad eléctrica de T&E, Julia Poliscanova: «Ninguna pirueta puede superar la ciencia de la quema de hidrocarburos. Mientras el combustible se queme en los motores, el aire tóxico persistirá en nuestras ciudades. Los legisladores que dejan lagunas para los combustibles sintéticos en los objetivos de emisiones, están condenando al público a décadas más de contaminación atmosférica evitable».
Fuente | Transport & Environment