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En un cantón de Suiza llegan a la conclusión de que los híbridos enchufables son una estafa y les quitan las subvenciones

Los coches híbridos enchufables o PHEV son un término medio entre los de combustión interna y los 100% eléctricos, combinando una y otra cosa. Cuando nos salimos de los supuestos ideales de utilización (posibilidad de recorrer trayectos habituales casi siempre a batería) sus beneficios medioambientales son muy dudosos o directamente inexistentes.

Es la conclusión a la que han llegado en el cantón suizo de Valais, en el suroeste del país y en zona francófona y germanófona. Suiza es el país más montañoso de Europa, así que su orografía se compone de terreno accidentado, lo cual no siempre favorece a los coches híbridos. El punto de inicio y el de fin de un trayecto condiciona mucho las matemáticas. Obtener menos de 2 l/100 km de consumo de gasolina es… complicado.

Valais estaba proporcionando unas ayudas a la compra de híbridos enchufables de 2.500 francos (2.380 euros al cambio), o 5.000 francos si superasen las 3,5 toneladas -vehículos comerciales-. El cantón encargó un estudio a la consultora ecológica Impact Living, para comprobar si los híbridos enchufables representaban alguna ventaja dadas las características orográficas de la zona, y el estudio tuvo conclusiones demoledoras. Calificó los híbridos enchufables como «estafa».

El estudio tuvo una fase cuantitativa (datos) y otra cualitativa (opiniones). En la primera fase se han estado monitorizando 20 coches híbridos enchufables, fundamentalmente Mitsubishi Outlander PHEV, Volvo XC60, un Ford Explorer y un Opel Grandland X. Recorrieron durante tres meses una media de 3.475 kilómetros, consumiendo 4,94 l/100 km y emitendo 118,2 g/km de CO2.

Esos datos se contrastaron con los de 15 modelos de propulsión convencional (gasolina o diésel no híbridos), que durante el mismo tiempo hicieron una media de kilómetros muy similar, 3.369,5 km, a una media de 7,01 l/100 km y 267 g/km de CO2. Dos cosas son indiscutibles, los híbridos enchufables consumen menos combustible, pero es un 116% más de lo que indica el ciclo WLTP y por encima de 118 g/km de carbono. Los térmicos se pasaron de los datos homologados en un 26%, todo según ciclo WLTP.

El objetivo de Suiza -y sus importadores- en 2021 era de bajar de 118 g/km de CO2

Por otro lado, en la fase cualitativa, se realizaron entrevistas a los propietarios de los híbridos enchufables monitorizados. Les preguntaron por sus consumos, trayectos habituales, si tienen tomas de recarga, qué opinan de la infraestructura, por qué compraron un PHEV, grado de satisfacción o qué vehículo comprarían la próxima vez.

Puntos de recarga IONITY en Suiza

A la vista de que los beneficios medioambientales de los híbridos enchufables son insuficientes o inexistentes, Valais les ha retirado las ayudas a la compra. Marc Muller, uno de los autores del estudio, afirmó en la radio RTS: «Desafortunadamente, los resultados cuantitativos muestran que los PHEV están muy lejos de lo que prometen y solo presentan algunas ventajas -o ninguna- respecto a un coche convencional».

El mismo modelo puede multiplicar su consumo hasta por siete, dependiendo de su uso. Así, en un extremo está aquel que puede cargar en su domicilio y lugares habituales de paso, minimizando el uso de gasolina a un depósito al año, y en el otro los que nunca los enchufan y los motores de gasolina acarrean un lastre inútil en forma de baterías, sistema de recarga, etc. Sumemos orografía accidentada y salen las cuentas.

En el mercado suizo los coches eléctricos tienen -a cierre de 2021- una cuota de mercado del 13,3%, los híbridos enchufables un 9,1% y los híbridos convencionales un 21,9%. La suma de los segmentos electrificados supera el 40% y se acercan rápidamente a la mitad de las matriculaciones. En el gráfico interactivo a continuación podemos ver su enorme ascensión en solo tres años:

Y el resultado han sido las políticas del Consejo Federal suizo, que anima -para evitar multas- a los importadores a comercializar los modelos con las emisiones más bajas. Valais es el primer cantón que suprime las ayudas a los PHEV, pueden venir más, y eso afectar a las ventas de este tipo de híbridos frente a los no enchufables. Seguirán interesándole a aquellos que hagan correctamente las matemáticas y puedan maximizar los kilómetros recorridos a batería.

La verdad incómoda que subyace es que los híbridos enchufables están reduciendo más las emisiones de CO2 en los papeles que en el mundo real. Tienen la capacidad técnica para tener las emisiones más bajas posibles de cualquier tipo de coche que tiene un motor de combustión, pero eso depende también del cliente: cómo se mueve, cuánto enchufa (o si enchufa), cuánto se mueve, etc.

¿Son una estafa? La respuesta depende de a quién le preguntemos.

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