Luca de Meo, el nuevo director ejecutivo del Grupo Renault, quiere darle un vuelco al fabricante francés, que ha sido uno de los más golpeados por la crisis derivada de la pandemia de COVID-19. El directivo, conocido por su exitoso paso por FIAT y SEAT, aspira a desplazar el centro de gravedad de la compañía al segmento C (compactos).
Actualmente, los principales pilares de Renault en el mercado europeo son el Clio y el Captur, ambos pertenecientes al menos rentable segmento B (utilitarios). De acuerdo con de Meo, la industria automovilística se dirige a un futuro en el que se fabricarán menos coches, pero más caros, motivo por el que quiere preparar a Renault para dicha transición.
El segmento C es actualmente uno de los más importantes de Europa, y resulta mucho más lucrativo que el segmento B debido a sus tarifas superiores. Por ello, la marca francesa lanzará varios coches eléctricos ubicados en esta categoría antes de renovar su oferta cero emisiones en el segmento B, donde actualmente milita el longevo ZOE.
El próximo mes de marzo, la compañía comenzará las entregas del Megane E-TECH Electric, un hatchback de 4,21 metros de largo llamado a plantar cara a los CUPRA Born, Citroën ë-C4, Nissan LEAF y Volkswagen ID.3, entre otros. Con un precio de partida de 35.200 euros antes de ayudas en nuestro país, el recién llegado será más costoso que el ZOE.
Renault está preparando un C-SUV eléctrico similar al Kadjar
Sin embargo, la ofensiva eléctrica de Renault en el segmento C no terminará ahí, pues en el segundo semestre de este año tiene previsto presentar un SUV compacto de dimensiones similares al Kadjar (4,49 metros). Este todocamino reutilizará la plataforma modular CMF-EV ya vista en el Nissan Ariya y en el propio Megane E-TECH Electric.
Aunque todavía se desconoce su denominación comercial, los rumores apuntan a que podría llamarse Scénic E-TECH Electric, dando continuidad al popular monovolumen compacto que con toda probabilidad desaparecerá este año del mercado. Esto encaja con la estrategia seguida por de Meo, que busca aprovechar algunas nomenclaturas icónicas dentro de la marca para dar impulso a su nueva gama eléctrica.
Tanto el Megane (2022) como el Scénic (2023) se pondrán a la venta antes que los esperados remakes de los R5 (2024) y 4L (2025), dos asequibles modelos ubicados en el segmento B que se asentarán sobre la plataforma CMF-BEV. Dado que serán notablemente más baratos que sus hermanos mayores (el R5 partirá de los 20.000 euros antes de ayudas), no es de extrañar que la firma del rombo haya decidido priorizar sus más rentables propuestas compactas.